El club anunciará una licencia pero se trata de una renuncia. También se iría el vicepresidente Diego González, reclaman elecciones anticipadas y el plantel teme otro ataque de la barra.
La derrota ante Huracán por la última fecha del Torneo de la Liga Profesional de Fútbol desencadenó una sucesión de hechos en la vida institucional de Vélez. El domingo por la noche, la barra del club agredió a varios jugadores en la Villa Olímpica. y tras una áspera reunión de Comisión Directiva el lunes por la tarde, el presidente Sergio Rapisarda dio un paso al costado. Pero no será la única salida dirigencial. Además, hay jugadores que se quieren ir del club y no aseguran su presencia en el regreso a los entrenamientos el viernes.
Después de la reunión y hasta la noche del lunes no hubo comunicación oficial por parte del club, que lo haría el martes. Y aunque se anuncie que Rapisarda pidió licencia hasta el fin de su mandato, en noviembre, lo cierto es que se trata de una renuncia. También se estima que dejará su cargo Diego González, uno de los vicepresidentes, distanciado desde hace tiempo con Rapisarda, quien condicionó su alejamiento a la salida también de su vice primero.
Adrián Peláez, el vicepresidente segundo, quedaría a cargo del club. Aún es una incógnita si habrá elecciones anticipadas. El caos institucional que comenzó tras la reelección de Rapisarda, en abril de 2021, implosionó con la derrota de Huracán y la incómoda posición en la tabla.
No fue la primera vez que la barrabrava, liderada por Raulo desde enero de 2021, increpa y amenaza a los jugadores. Lo hicieron en marzo de ese año tras la derrota por 7-1 con Boca en el Amalfitani y en mayo de este año antes del partido con Rosario Central. Ese día interceptaron a Lautaro Gianetti, Lucas Janson, Lucas Pratto y se sumó Diego Godín. Solo Gianetti sigue en el club.
“La seguridad y el bienestar de todas las personas involucradas en el Club son de suma importancia para nosotros. La institución se encuentra a disposición de la Justicia. Reiteramos nuestro apoyo a los jugadores del plantel profesional y el Cuerpo Técnico comandado por Sebastián Méndez. Saldremos adelante trabajando unidos, pero siempre con los valores que han distinguido históricamente a la familia velezana”, cerró.
La escasa información también tiene que ver con la crisis institucional. El jueves pasado renunció Mariela Romeo, quien estaba a cargo de la comunicación desde principios de año, y se hartó las disputar internas entre el áreas de Comunicación y la de Márketing. Incluso, el vicepresidente González había pedido su despido en una reunión de comisión directiva.
Por la tarde, hubo una autoconvocatoria de hinchas y socios en el hall del club para exigir (y luego celebrar) la salida del presidente Sergio Rapisarda, quien finalmente cedió ante los pedidos insistentes incluso de la oficialista Cruzada Renovadora. Hubo insultos para los jugadores y pedido de elecciones anticipadas. También incidentes cuando un grupo numeroso accedió al segundo piso, donde está la presidencia y habitualmente se reúne la Comisión Directiva, para exigir que algún responsable de la cara. En ese momento intervino la seguridad privada y la policía, volaron vallas y también gases lacrimógenos.
Hace 15 días, la Inspección General de Justicia (IGJ) intimó a la Comisión Directiva a realizar una asamblea extraordinaria de representantes antes del 3 de agosto pero hasta ahora no hubo convocatoria. Lo hizo por un pedido de la agrupación opositora Primero Vélez, que lidera Augusto Costa, ex Secretario de Comercio, vice de Rapisarda hasta 2021 y actual Ministro de Trabajo bonaerense. El tema se reactivará.
El plantel tiene que regresar a los entrenamientos el viernes por la mañana, varios jugadores exigieron mayor seguridad y algunos están pensando en no presentarse. El ataque está generando un efecto boomerang, con una estampida de más dirigentes y también más jugadores. Un caos solo comparable con 1940, cuando se produjo el único descenso del club. Aunque en el camino no se vislumbra ningún José Amalfitani.