En el Día Internacional de las Microempresas y Pequeñas y Medianas Empresas, Argentina muestra señales alentadoras pero contrastantes en un sector clave para el desarrollo regional.
El próximo 27 de junio se celebra el Día Internacional de las Microempresas y Pequeñas y Medianas Empresas, una fecha que cobra especial relevancia en un momento donde estas organizaciones enfrentan desafíos únicos pero también nuevas oportunidades. En Argentina, después de años complejos, el ecosistema emprendedor comienza a mostrar signos de recuperación que podrían marcar el inicio de un nuevo ciclo de crecimiento.
La industria del capital emprendedor en Argentina está recuperando terreno perdido. Tras el boom del año 2021 con inversiones por US$ 1.337 millones, siguieron dos años desafiantes. Sin embargo, según datos del Informe Anual de Inversión y Capital Privado de la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla (Arcap), el volumen de inversión total de US$ 412 millones registrado en 2024 representa una señal alentadora para el sector.
Las inversiones se distribuyeron en 62 rondas de financiación, consolidando al sector fintech como el que más capital atrajo, impulsado por operaciones como la ronda E de Ualá por US$ 300 millones. Pero quizás el dato más prometedor sea la creciente federalización del capital emprendedor: por primera vez, casi la mitad de las startups que recibieron inversión (49%) están localizadas fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires.
Sin embargo, el panorama es heterogéneo y presenta luces y sombras. Mientras el sector de startups y tecnología muestra signos de recuperación, la realidad del comercio minorista pyme es más compleja. Según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas pymes registraron una caída interanual del 2,9% en mayo de 2025, con rubros como alimentos y bebidas mostrando descensos del 7,6%.
La actividad industrial pyme también refleja esta heterogeneidad. El Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) de CAME mostró para enero un crecimiento del 12,2% interanual, aunque con solo el 59% de la capacidad industrial utilizada, evidenciando que aún hay un largo camino por recorrer para alcanzar niveles óptimos de actividad.
Los desafíos estructurales se intensifican con la contracción del consumo
Más allá de las señales positivas en ciertos segmentos, el contexto regional presenta desafíos significativos que se profundizan con la situación del consumo interno. Según datos de la CEPAL, las micro, pequeñas y medianas empresas en América Latina y el Caribe constituyen el 99,5% de las empresas y contribuyen con aproximadamente el 60% del empleo productivo formal, pero enfrentan obstáculos estructurales para su desarrollo.
En Argentina, esta realidad se agrava con la contracción del mercado interno. Los datos de CAME revelan que el 58,3% de las empresas comerciales minoristas indicó que su situación económica se mantuvo igual que el año anterior, mientras que un 28% expresó estar peor. El sector enfrenta márgenes estrechos y dificultades para sostener la rentabilidad, con un consumo más selectivo limitado por el poder adquisitivo y la falta de crédito.
El acceso al financiamiento sigue siendo uno de los principales problemas. Datos de Naciones Unidas indican que en los países menos adelantados, el 41% de las pymes señalan que el acceso a la financiación es un grave obstáculo para su crecimiento, comparado con solo el 15% en países de renta alta.
La respuesta digital al problema financiero
En este contexto surge la importancia de plataformas y fintechs que ayuden a impulsar el sector. “Las pymes suelen enfrentar barreras como tasas elevadas, falta de historial crediticio y burocracia”, detalla Julián Sanclemente, CEO y cofundador de Alprestamo, el primer marketplace de productos financieros de América Latina.
La plataforma, que nació en 2017 y opera en seis países (Argentina, Uruguay, Chile, México, Perú y Colombia), cerró 2024 con ingresos por US$ 5,4 millones y proyecta alcanzar los US$ 13,5 millones para este año. A principios de 2025, anunció el cierre de su primera Obligación Negociable con una colocación de $ 966,7 millones, con el respaldo de Cono Sur Investments.
Los fondos se destinarán principalmente a fortalecer la plataforma tecnológica, expandir las verticales de negocio, financiar iniciativas que promuevan la inclusión financiera y mejorar la experiencia del usuario. También, planea desarrollar soluciones tecnológicas específicas para pymes, cómo scoring más eficiente, productos personalizados, y acceso a nuevas líneas de crédito. “Esta inversión representa una oportunidad significativa para continuar nuestro crecimiento. Estamos demostrando que desde la Argentina es posible construir una empresa regional, rentable y con propósito”, destacó Sanclemente.
El factor regional como ventaja competitiva
Para Sanclemente, el contexto argentino fue, paradójicamente, una ventaja: “Argentina es un gran laboratorio de resiliencia e innovación. Haber desarrollado Alprestamo Empresas en un contexto económico tan desafiante nos obligó a pensar en soluciones escalables, digitales y con foco en eficiencia”.
Esta experiencia local les sirvió como base para entender los principales dolores financieros de las pymes: “Falta de acceso a crédito, procesos lentos, baja transparencia y escasa digitalización”, problemas que ahora están adaptando para resolver en otros mercados de la región.
El ejecutivo observa un cambio generacional significativo: “Hay cada vez más fundadores y equipos pensando en regional desde el día uno. El emprendedor argentino tiene un rasgo particular: por el contexto económico de los últimos 20 años, viene con el chip de expandirse rápido para generar ingresos en dólares”.
Cuando se le consulta sobre consejos para pymes que consideran expandirse, Sanclemente es claro: “Que lo haga con propósito. Expandirse no es solo vender en otro país: es entender si lo que hacés realmente genera valor en ese nuevo contexto. Segundo, que construya buenas alianzas: nadie escala solo. Tercero, que cuide el equity de su empresa y tenga un presupuesto claro, realista y bien armado”.
El rol estratégico de las pymes en el desarrollo sostenible
La relevancia de las pequeñas y medianas empresas trasciende lo económico. Según Naciones Unidas, para 2030 se necesitarán 600 millones de empleos para absorber la creciente fuerza laboral mundial, lo que hace del desarrollo de las pymes una alta prioridad. En los mercados emergentes, estas empresas generan la mayoría de los empleos formales, creando 7 de cada 10 puestos de trabajo.
La CEPAL, en su Índice de Políticas para Pymes 2024, destaca la necesidad de “reforzar los marcos de monitoreo y evaluación para facilitar la elaboración de políticas públicas basadas en evidencias” y “promover la digitalización de las pymes a través de estrategias digitales nacionales mejoradas”.
Desde ARCAP, mantienen una postura de “optimismo cauteloso” para lo que queda de este año, con condiciones macro que apuntan a consolidar la inversión y un nuevo ciclo para las inversiones en startups argentinas: mayor previsibilidad, reformas que reducen el costo país y un renovado interés de inversores locales e internacionales.
En este contexto, las fintech representan no solo una solución tecnológica, sino un puente hacia el acceso al capital que las pymes necesitan para crecer y contribuir al desarrollo sostenible de la región. El Día de las Pymes de 2025 encuentra a América Latina en un momento de inflexión, donde la combinación de nuevas tecnologías, marcos regulatorios más favorables y una generación de emprendedores con mentalidad regional podrían estar sentando las bases para un ciclo de crecimiento más inclusivo y sostenible.