En un movimiento polémico, el empresario Elon Musk anunció la creación de su propio partido político en Estados Unidos, bajo el nombre de América Party. El anuncio, realizado a través de su red social X, provocó un inmediato rechazo por parte del presidente Donald Trump, quien calificó la iniciativa como “ridícula” y advirtió que sólo servirá para beneficiar al Partido Demócrata.
“Creo que es ridículo crear un tercer partido. Nunca funcionaron. Que se divierta, pero me parece ridículo”, lanzó Trump con contundencia, dejando en claro su malestar ante una jugada que amenaza con dividir al electorado conservador.
Trump apuntó contra Elon Musk por crear un nuevo “Partido Americano” y favorecer a los demócratas: “Creo que es ridículo crear un tercer partido. Nunca funcionaron. Que se divierta, pero me parece ridículo”.
Musk, por su parte, intentó justificar su iniciativa con el respaldo de una encuesta digital. Según sus cifras, el 65,4% de 1,2 millones de seguidores votó a favor de la creación del partido, mientras que el 34,6% se manifestó en contra. Basado en ese resultado informal, declaró: “Por un factor de 2 a 1, quieren un nuevo partido político ¡y lo tendrán!”.
Según Musk, su nueva agrupación política surge como una respuesta al “sistema de partido único” que, según él, representa tanto a demócratas como a republicanos. “Hoy se forma el America Party para devolverte tu libertad”, escribió, aunque no brindó detalles concretos sobre el registro legal del espacio ni sobre su estrategia electoral.
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El conflicto entre ambos magnates escaló aún más, cuando el presidente Trump publicó un extenso comunicado en su red Truth Social, donde arremetió sin filtros contra Elon Musk y cuestionó tanto sus motivaciones políticas como sus vínculos personales con figuras del Partido Demócrata.
“Me entristece ver a Elon Musk descarrilarse por completo, convirtiéndose en un desastre en las últimas cinco semanas. Incluso quiere fundar un tercer partido político, a pesar de que nunca han tenido éxito en Estados Unidos; el sistema parece no estar diseñado para ellos. Los terceros partidos solo sirven para crear una completa y total DISRUPCIÓN y CAOS, y ya tenemos suficiente con los demócratas de izquierda radical, que han perdido la confianza y la cabeza”, escribió Trump.
El líder republicano vinculó directamente la decisión de Musk de crear el America Party con la reciente aprobación del histórico proyecto de ley que elimina el Mandato de Vehículos Eléctricos (VE), el cual beneficiaba comercialmente a Tesla. Según Trump, el nuevo partido es un acto de revancha ante la pérdida de privilegios empresariales:
“Es un gran proyecto de ley, pero, por desgracia para Elon, elimina el ridículo Mandato de Vehículos Eléctricos, que habría obligado a todos a comprar un coche eléctrico en poco tiempo. Me he opuesto firmemente a eso desde el principio. Ahora la gente puede comprar lo que quiera: vehículos de gasolina, híbridos (que están teniendo mucho éxito) o nuevas tecnologías a medida que surjan. Se acabó el Mandato de VE”, redactó.
Además, Trump reveló un episodio hasta ahora desconocido, en el que Musk le habría pedido nombrar a su mano derecha, Jared Isaacman, como director de la NASA. El presidente rechazó la solicitud tras descubrir el perfil ideológico del empresario: “Elon pidió que uno de sus amigos cercanos dirigiera la NASA y, aunque pensé que su amigo era muy bueno, me sorprendió saber que era un demócrata de pura cepa, que nunca antes había contribuido a un republicano. Probablemente Elon también lo era”.
Y añadió con énfasis su preocupación por los conflictos de interés: “Me pareció inapropiado que un amigo muy cercano de Elon, que estaba en el sector espacial, dirigiera la NASA, cuando la NASA es una parte tan importante de su vida corporativa. ¡Mi principal responsabilidad es proteger al público estadounidense!”
Musk, quien en su momento fue un importante donante de la campaña de reelección de Trump y colaboró en el programa DOGE (Department of Government Efficiency), hoy ataca de forma directa la agenda del mandatario.
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En particular, calificó de “abominación repugnante” el proyecto de ley insignia del segundo mandato de Trump, conocido como One Big Beautiful Bill Act, acusándolo de contener “gastos innecesarios”. Las críticas no tardaron en escalar la tensión: Trump respondió con una advertencia directa, amenazando con cortar miles de millones de dólares en subsidios federales que benefician a las empresas de Musk, como Tesla y SpaceX.
Aunque Musk presenta al América Party como una alternativa moderna al bipartidismo, su plataforma política presenta una combinación extraña de tecnocracia libertaria y progresismo radical. Entre sus delirantes propuestas se destaca la reducción del gasto público en defensa y seguridad, dos áreas clave para los valores republicanos, con el objetivo de modernizar las fuerzas armadas mediante robótica e inteligencia artificial.
En materia energética, el partido plantea altos impuestos al carbón y al petróleo, al tiempo que propone eliminar subsidios a energías renovables y obligatoriedad en el uso de autos eléctricos, bajo la excusa de “combatir el cambio climático”. Esto implica una agresiva injerencia estatal que contradice las banderas de la libertad económica.
Las posiciones en política migratoria también son abiertamente controvertidas: fronteras abiertas, frenar deportaciones y facilitar el ingreso de inmigrantes ilegales. En lo social, propone incentivos a la natalidad pero a la vez legalización del aborto hasta el tercer mes, evidenciando una agenda ambigua y contradictoria.
Más preocupante aún para los defensores de la Constitución es su postura sobre el derecho a portar armas. Musk impulsa una regulación estricta de rifles de asalto, con permisos especiales sujetos a evaluaciones psicológicas, desafiando directamente la Segunda Enmienda.