María (nombre ficticio de la víctima) manifestó en su demanda que llegó al juzgado cansada de vivir en casa de familiares y amigos durante tres meses y en situación de alta vulnerabilidad.
Explicó que desde que decidió poner fin a una relación de muchos años marcada por la violencia y las más altas restricciones a su libertad, quedó sin posibilidades de pagar un alquiler y tuvo que dejar el hogar compartido porque no era de su propiedad.
Comentó que su estado de salud, que no es óptimo y su edad la dejan fuera del mercado laboral, ya que tuvo que abandonar su carrera universitaria y no pudo trabajar por las prohibiciones de su expareja.
En este marco, Macarrein decidió hacer lugar a la solicitud de la mujer y ordenó a su expareja a abonar la suma correspondiente a 36 salarios Mínimo Vital y Móvil en concepto de compensación económica.
Desde el mes de septiembre de 2023 el salario mínimo se fijó en $ 118.000, por lo que si debería efectivizar hoy el pago ascendería a la suma de 4.248.000 (más de cuatro millones de pesos).
En lo informes psicológicos se establece que existió una relación asimétrica y conflictiva entre ellos, traducida en un cercenamiento de la red social de la mujer y celos desmedidos, con signos de violencia verbal, psicológica, económica y física en los últimos años, detallaron.