Las fuerzas de seguridad de Kosovo mantienen rodeados a una treintena de hombres armados que se encuentran atrincherados en el monasterio de Banjska, un templo ortodoxo serbio. Un policía kosovar ha muerto y dos más han resultado heridos este domingo y los asaltantes han sufrido tres fallecidos y seis detenidos en un incidente que Pristina achaca a Belgrado.
El ministro del Interior kosovar, Xelal Sveçla, ha confirmado el último balance: tres individuos muertos y seis más detenidos. Sveçla ha visitado además el lugar donde ha fallecido un policía kosovar tiroteado y ha confirmado su identidad: Afrim Bunjaku, según recoge la televisión pública kosovar, RTK.
La Policía de Kosovo ha confirmado además la detención de varios individuos armados en la localidad de Rudare, donde se han incautado aparatos de comunicación pertenecientes a estos «grupos criminales». También se han hallado armas, munición y otro tipo de material.
«La situación sigue siendo tensa y los ataques con armas de fuego contra unidades de la Policía siguen con la misma intensidad», ha resaltado la Policía.
En Rudare en un control rutinario de vehículos han sido detenidos cuatro sospechosos en posesión de radios «que se sospecha estarían relacionados con los grupos criminales».
Kosovo acusa a Serbia
El primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, fue quien informó del enfrentamiento en el monasterio de Banjska, ubicado en el municipio de Zvecan, en la zona de mayoría serbia del norte de Kosovo, según recoge el portal de noticias BalkanInsight. En el monasterio habría además varios monjes y fieles que estarían encerrados dentro del edificio.
«Hay al menos 30 personas fuertemente armadas que están rodeadas por nuestras fuerzas policiales. Les insto a rendirse a nuestros cuerpos de seguridad», ha apelado Kurti en rueda de prensa desde Pristina. «No son ciudadanos corrientes de Kosovo. Es una formación profesionalizada», ha asegurado.
Poco después ha publicado en la red social X, antes Twitter, que «fuerzas con apoyo del Estado serbio» han perpetrado «atentados terroristas«. Se trata de «hombres armados, organizados y profesionales con vehículos blindados sin matrícula», ha denunciado. »
Kurti ha mostrado en la rueda de prensa varias fotografías de las inmediaciones del monasterio con «personas fuertemente armadas con material militar y máscaras». «Tenían jeeps y vehículos blindados», ha destacado. Entre los sospechosos hay un individuo que «lleva una zolja (granada autopropulsada anticarro) a la espalda».
El mandatario kosovar ha explicado que en un primer momento pensaron que se trataba de contrabandistas, pero «no son las bandas habituales de contrabandistas con las que la Policía está acostumbrada a tratar en el norte del país».
Mientras, el ministro serbokosovar Nenad Rashiq ha explicado que hay dos atacantes muertos, otro herido y otro detenido, según declaraciones recogidas por el medio serbio Nova. «La situación es dramática (…). Hay noticias de varias personas muertas en los combates. Esta mañana la Policía les instó a rendirse, pero no hay comunicación entre las dos partes», ha relatado Rashiq.
«La Policía habla con los atacantes con un megáfono, pero no hay respuesta. La situación en torno al monasterio de Banjska sigue siendo dramática. No hay señales de que se vaya a calmar próximamente«, ha añadido Rashiq, que cita fuentes de la Policía kosovar.
Rashiq ha explicado que la Misión de la OTAN en Kosovo (KFOR) está mediando para calmar la situación. «La diplomacia debe convencer u obligar a estas personas a rendirse porque nadie quiere más derramamiento de sangre», ha resaltado.
Previamente, el presidente de Kosovo, Vjosa Osmani, había denunciado un ataque «orquestado por bandas criminales serbias» y denunció un «ataque contra la soberanía» de Kosovo.
La Policía kosovar había informado de la detección de madrugada de la entrada de dos camiones sin matrícula en Banjska. Los vehículos fueron colocados en el puente para impedir el paso y la entrada en la localidad.
«Los policías encontraron resistencia y les dispararon desde varias posiciones con un arsenal de armas de fuego y granadas de mano y un zolja», ha explicado la Policía. Un agente murió y dos más resultaron heridos. Uno de ellos ha sido intervenido quirúrgicamente para extraerle la metralla.
La diócesis de Raska-Prizren de la iglesia ortodoxa serbia ha condenado el ataque y ha negado cualquier relación con los atacantes y ha informado de que «la comunidad del monasterio y los fieles de Novi Sad, incluido el abad Danilo, están dentro».
«Un grupo de individuos armados y enmascarados irrumpieron en el monasterio. Rompieron las puertas con un vehículo blindado. Los individuos armados y enmascarado se mueven por el monasterio y se escuchan disparos esporádicamente», ha añadido.
Reacción internacional
La KFOR, por su parte, ha condenado también el ataque a la policía kosovar y ha destacado que sigue vigilando estrechamente la situación en Banjska.
Mientras, Alemania ha informado de que el enviado especial del Gobierno alemán para los Balcanes occidentales, Manuel Zaracin, viaja este domingo a Kosovo.
También a nivel diplomático se han movilizado los embajadores en Kosovo de Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido y se han desplazado hasta la sede del primer ministro Kurti, con quien se han reunido.