«En España se está subsidiando a familias que están optando por autos eléctricos chinos en vez de subsidiar a empresas que podrían comprar grandes flotas de buses eléctricos«. José López-Tafall es el Director General de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) y encabezó el jueves un almuerzo con representantes de toda la cadena de valor automotriz de la Argentina. Fue una explicación técnica y política que derivó en una fuerte recomendación: para fabricar autos eléctricos, conviene comenzar por el transporte público.
A dos semanas del ballotage, los directivos locales de las automotrices siguen sin una hoja de ruta sobre cómo se resolverá una deuda con sus casas matrices que ya ronda los 5.000 millones de dólares. Están con problemas para abastecerse de autopartes a causa del cepo a las importaciones y sin la menor idea sobre cómo sería una Argentina gobernada por Javier Milei. Lo único que los tranquiliza es que la política automotriz del candidato libertario la está redactando Federico Ovejero, ex vice de General Motors de Argentina y a quien consideran de su propio riñón. A Sergio Massa lo conocen bien, ya que negocian directamente con él los acuerdos de cupos para importar unidades. Pero dan por descontado que el 21 de noviembre todo va a cambiar, gane quien gane.
En las automotrices manejan encuestas que por ahora arrojan un empate técnico entre los dos candidatos y no tienen un pronóstico certero para transmitir a sus casas matrices. De modo que este jueves optaron por salir por la tangente: varios de ellos se juntaron en Puerto Madero, convocados por el consultor y ex ministro Dante Sica, para hablar sobre autos eléctricos. El español López-Tafall fue el orador de fondo.
Dante Sica, ex ministro de Producción de Macri y titular de la cosultora Abeceb. Foto Juano Tesone. Sica hoy encabeza la consultora Abeceb, que es la que hizo los números finos sobre la deuda del sector automotor cuando Sergio Massa les planteó que liquidaran antes de las elecciones dólares de las exportaciones en formato «dólar auto», similar al dólar soja. Pero en las automotrices, a diferencia del campo, la deuda financiera con los proveedores del exterior representa una montaña de dólares: según Abeceb, para diciembre ya sumará 6.500 millones de dólares, US$ 5.000 millones de las terminales y 1.500 de los autopartistas independientes. En las terminales locales ganó la prudencia sobre la tentación de juntar aún más pesos y el «dólar auto» no arrancó.
La convocatoria del jueves para escuchar a López-Tafall fue en el restaurant Red y comprendió tanto a CEOs de automotrices como Gustavo Salinas (Toyota), Pablo Sibilla (Renault) y Martín Zuppi (Fiat-Stellantis) como al presidente ejecutivo de Ternium Argentina, Martín Berardi y el titular de la UOM, Abel Furlán. También estuvieron el titular de la cámara de los concesionarios ACARA, Sebastián Beato, el director ejecutivo de ADEFA, Fernando Rodríguez Canedo y el empresario autopartista Raúl Amil, entre otros.
En Argentina hay tres desarrollos de vehículos eléctricos, a cargo de las firmas locales Volt (Córdoba), Sero Electric (Morón) y Coradir (San Luis). Producen unidades urbanas de baja autonomía, que no permite por el momento plantearlas como reemplazo de los autos a combustible.
Las automotrices grandes, en cambio, todavía tienen centrado su negocio en los vehículos a combustible. En el país se producen 19 modelos de autos, SUV y pick ups, todos a combustible fósil. Las pocas miles de unidades propulsadas a combustión alternativa que circulan por la Argentina son importadas y más de 90% son de motorización híbrida: tienen que cargar nafta para poder arrancar.
En cuanto a proyectos nuevos, son pocos y 100% de combustible fósil. Los más firmes son dos pick ups de Renault y de Nissan: hace diez días fue presentado en Brasil el «concept car» Renault Niagara, que servirá como modelo sobre el cual tanto Renault como su socia mundial Nissan producirán en Córdoba una pick up chica, con capacidad de media tonelada. Será una línea de montaje nueva dentro de la fábrica de Santa Isabel, en paralelo a la línea de donde hoy salen las pick ups medianas Nissan Frontier y Renault Alaskan. El jueves, Pablo Sibilla se lo confirmó a sus colegas.
Otro vehículo que se comenzaría a fabricar en el país es el Peugeot 2008 en El Palomar. Se sabe que los directivos de Stellantis Argentina vienen reclamando ese modelo luego de que fuera discontinuado en Brasil y, sobre todo, tras el éxito que tuvo la fabricación local del Peugeot 208, el segundo modelo más vendido del país y con buenas exportaciones hacia Brasil. Ahora dentro del sector está instalada la versión de que el SUV Peugeot 2008 sería fabricado en el país desde enero. En Stellantis nadie confirma ni desmiente. El jueves, en Red, estaba Rodrigo Pérez Graziano, director de Stellantis proveniente de Peugeot. Cuando un empresario autopartista le preguntó por el 2008, Pérez Graziano no respondió y desvió la conversación hacia la movilidad eléctrica en Europa.
En el Viejo Mundo los vehículos de motorización alternativa ya son una realidad, con más del 10% de las ventas. Pero la única manera de poder venderlos es con fuertes subsidios, ya que son unidades mucho más caras de producir que los autos nafteros. En el caso de España, esos subsidios no provienen de su propio Estado, sino que llegan desde Bruselas, donde está la sede de la Unión Europea.
«En España estamos en medio de un ajuste fiscal que no nos permite destinar fondos para subsidiar esa transformación y lo que estamos viendo es que China está aprovechando esa situación, ingresando autos eléctricos mucho más económicos que los europeos que sólo pagan un 10% de arancel», agregó López-Tafall, sentado al medio de una gran mesa, con Gustavo Salinas de Toyota a su derecha. «Lo razonable sería que aquellos subsidios fueran destinados al transporte público y así se beneficiaría a un conjunto mayor de habitantes. Lo que les puedo recomendar es que en la Argentina aprendan de nuestro ejemplo para saber qué es lo que no les conviene hacer«.