En menos de dos meses, Gastón Hernández pasó de estar casi vendido a Europa en más de tres millones de dólares a padecer una de las peores lesiones que puede ocurrirle a un jugador de fútbol: la rotura del ligamento cruzado de rodilla, algo que demanda entre seis y ocho meses de recuperación. El defensor de San Lorenzo arrancó el 2024 de manera ajetreada y en vez de pensar en dar un salto en su carrera a mitad de año, ahora deberá enfocarse en su rehabilitación para volver fortalecido. En tanto, en el Ciclón optaron por no hacer uso del cupo para reemplazarlo y no saldrán al mercado a buscar un refuerzo.
«Me rompí», le dijo el propio Hernández a Gastón Suso, jugador de Platense, el pasado sábado en Vicente López cuando sintió el latigazo en su rodilla derecha en una jugada desgraciada a los 11 minutos del segundo tiempo. Las lágrimas le inundaron los ojos ya arriba del carrito. Sabía de qué se trataba. Ya había tenido la misma lesión en 2021 cuando estaba a préstamo en San Martín de San Juan, pero en la pierna izquierda.
Los estudios médicos terminaron de confirmar en las últimas horas lo que todos en el vestuario azulgrana ya asumían. «Lamentablemente toca volver a pasar por esta lesión pero sé que esto me hace más fuerte para lo que viene, quiero agradecer a todos por los mensajes de aliento, a mi familia que es mi sostén, a mi novia, mis compañeros que desde el primer momento estuvieron conmigo, cuerpo técnico dirigentes y todos los que me han dado fuerza de alguna manera», escribió el futbolista en sus redes.
El último mes y medio resultó de una intensidad elevadísima para el Tonga. Es que este defensor, que con Ruben Darío Insua se asentó en la Primera de San Lorenzo y se volvió una pieza clave del sistema defensivo azulgrana, estuvo literalmente a punto de subirse a un avión para viajar a Francia, que iba a ser su nuevo destino futbolístico.
Gastón Hernández era uno de los futbolistas de San Lorenzo a vender a mitad de año. Foto: San LorenzoEl Olympiacos vino con todo a la carga por él y la venta se había concretado de palabra en 3,5 millones de dólares por el 85 por ciento de su pase la última semana de enero. A los 26 años, Hernández iba a dar el gran paso hacia el otro lado del Atlántico. Sin embargo, un cambio de último momento en las condiciones de pago de parte de los franceses echó todo hacia atrás y su pasaje, que ya había sido emitido, quedó obsoleto.
Nunca se subió al avión y de inmediato se volvió a incorporar al plantel del Gallego, quien le devolvió la titularidad enseguida. Desde la dirigencia buscaban renovarle el contrato que vence a fin de año, pero su meta era la de tratar de concretar la postergada venta al exterior en el próximo libro de pases.
De hecho, era uno de los jugadores con mayor poder de venta del plantel del Ciclón por edad y actualidad, junto con Agustín Giay, Adam Bareiro, Nahuel Barrios, Iván Leguizamón y Gonzalo Luján.
Que las cosas pasan por algo… Que lo que no tiene que ser no será… Seguramente nada de lo que escuchará por estos días lo consolará para Gastón Hernández. Quizá le sirva una frase de Marcelo Bielsa para saber que es momento de tragar veneno porque todo se equilibra al final.