El partido entre Gales y Georgia sirvió para darle un vistazo al rival de cuartos de final de Los Pumas… o de Japón. El vencedor del partido de este domingo entre argentinos y nipones jugará en la próxima fase frente al Dragón, que en su victoria ante los georgianos cuidó titulares y se impuso por 43 a 19.
Aunque usó muchos suplentes, Gales mostró una idea de juego que no lo configura como a un equipo accesible para quien termine segundo en el Grupo D. Pero tampoco imposible: Georgia apoyó tres veces y lo puso en aprietos en la segunda parte, cuando se le puso a tiro en el tanteador.
Gales, con su rica historia a cuestas, no le pasó el trapo a Georgia. Tuvo que sentirse herido en el orgullo para activar su prosapia y estirar la ventaja en el marcador para sumar el punto bonus, que había quedado en el tintero desde el primer tiempo.
Atención Tomás Lavanini y Marcos Kremer (o a los japoneses de temperamento): los jugadores de Gales tienen un temperamento irascible. En la segunda parte, Taine Basham se fue a las manos con Davit Niniashvili -que había hecho su try tras una voladita- y los dos vieron la amarilla. Una torpeza para un partido que se presentó complicado hasta que despegó.
Porque después de un cuarto de hora de pelotazos a campo contrario sin que ninguno mostrara otra idea, el pilar Tomas Francis abrió con el juego con un try que Sam Costelow convirtió. Esa fue la llave. Cinco minutos más tarde, Liam Williams apoyaba el segundo para Gales y otra vez el apertura la ponía entre los palos.
Tomas Francis apoya la guinda y es try de Gales. Foto: DAMIEN MEYER / AFP.Tres minutos más tarde, el 10 acertaba un penal y parecía que Gales tendría una tarde sencilla. Georgia no lograba salir de su campo y no mostraba ideas ni la explosión que podían aportar sus wingers. A tiempo, cuando restaban cinco minutos para el final de la primera parte, el equipo que jugó de blanco logró su try.
Fue muy festejado el logro de Merab Sharikadze y los dos puntos de conversión que sumó Luka Matkava. No le cambiaba nada a esa primera parte, pero fue el puntapié para lo que vino después. Al descanso con un parcial de 17-7, no estaba cerrado el resultado pero tampoco parecía que la victoria esperada estuviese en riesgo.
El esfuerzo de Merab Sharikadze y todo Georgia, que tuvo en aprietos a Gales. Foto: LOIC VENANCE / AFP.De hecho a tres del reinicio, Louis Rees-Zammit logró sumó su primer try y Costelow seguía acertando. Pero llegó la ráfaga de Georgia. Matkava convirtió el try de Vano Karkadze y minutos después, la mencionada palomita de Niniashvili que no tuvo su posterior conversión. Las cosas quedaron 24-19 con 20 minutos por delante.
Georgia le demostró a los planteles de Japón y Argentina que no estuvieron en el estadio, pero sí detrás de la pantalla, que Gales es vulnerable. Por su parte, el Dragón dejo claro que, presionado, no pierde los estribos, más allá de la desconcentración de Costelow que intentó un penal desde la mitad de la cancha para estirar la ventaja, en lugar de buscar el line, y el tiro no llegó a los palos.
Sam Costelow mostró fallas en la conducción. Foto: DAMIEN MEYER / AFP.Pero con Georgia pisandole los talones, apareció otra vez Rees-Zammit para sumar su segundo y tercer try, el apertura ya no falló en las conversiones. Después de la trifulca que dejó a los dos con 14 jugadores, George North apoyó el sexto try que confirmó a Gales como dueña del Grupo C.
Quien quede segundo en el Grupo C se encontrará con un rival duro -no al nivel de Inglaterra-, pero al que puede ganarle con orden y concentración. Si es Argentina, Gales tendrá enfrente a uno de los rivales más duros de los que le tocó enfrentar en lo que va del Mundial, ya que Australia -virtualmente eliminada- no mostró su mejor versión.
Una de las llaves de cuartos, ya tiene a Gales. Este domingo será el equipo europeo quien encienda la TV para ver a su próximo rival.