El actual alcalde de Nueva York, Eric Adams, emprendió una campaña de reelección atípica: dejó el Partido Demócrata y se presenta como independiente mientras enfrenta una investigación por corrupción, el rechazo del sistema de financiamiento público y la amenaza de una figura ascendente como Zohran Mamdani. En ese contexto, su estrategia para recolectar fondos también se desvió del patrón tradicional de los liberales neoyorquinos, y su nuevo perfil de financiamiento refleja el desplazamiento de su base de apoyo.
Durante el último período de informes, del 10 de junio al 11 de julio, Eric Adams logró reunir cerca de US$1,5 millones. Sin embargo, casi la mitad de esos fondos provinieron de fuera de la ciudad que gobierna. El dato más llamativo, informado por The New York Times, fue su aparición en un evento en Florida vinculado a círculos conservadores, incluido un grupo de Jóvenes Republicanos y aliados del presidente Donald Trump. Allí consiguió ocho ingresos ese mismo día por un total de US$2325.
La presencia de Adams en recaudaciones tan alejadas geográfica e ideológicamente de su base original fue interpretada como un intento por ampliar su alcance ante un escenario electoral adverso. En Nueva York, enfrenta no solo a Mamdani sino también al exgobernador Andrew Cuomo, quien acaba de confirmar su candidatura como independiente tras haber quedado relegado en las primarias demócratas.
Por otro lado, uno de los pilares del financiamiento de Adams sigue siendo el mundo corporativo, especialmente el sector inmobiliario. En este último tramo, recibió más de US$263 mil provenientes de empleados de nueve empresas del rubro, lo que representó el 17% de su recaudación.
Entre los aportantes más importantes se encuentran:
A pesar del volumen de dinero recaudado, Adams enfrenta una desventaja estructural: el Comité de Financiamiento de Campañas de Nueva York le negó el acceso a los fondos de emparejamiento público, un mecanismo que multiplica los aportes pequeños con dinero estatal. El rechazo responde a irregularidades detectadas en los protocolos de su campaña, que aún son objeto de investigación.
Esto contrasta con otros candidatos:
El triunfo de Mamdani en las primarias demócratas marcó un antes y un después en la contienda. El joven legislador no solo venció al experimentado Andrew Cuomo, sino que impuso una estrategia de campaña centrada en la accesibilidad económica, con propuestas como salario mínimo de US$30 por hora, congelamiento de alquileres y supermercados públicos.
Su capacidad para movilizar a votantes jóvenes y minorías se vio reflejada en las redes sociales. Tras el anuncio de Cuomo de que retomaría la campaña, Mamdani respondió con una publicación en X (antes Twitter) que incluía un enlace a su sitio de donaciones.
Esa respuesta tuvo más interacciones que el video y generó US$110 mil en solo 24 horas, provenientes de unas 2400 personas, según informaron desde el medio citado. Fue su segundo mejor día en términos de donaciones, solo superado por el 25 de junio, justo después de las primarias.
A diferencia de Adams, que se vinculó a sectores empresariales, Mamdani captó apoyo de sectores progresistas a nivel nacional. Alrededor del 45% de su financiamiento proviene de fuera del estado de Nueva York.