Aerolíneas Argentinas anunció que tomó del mercado el equivalente a 100 millones de dólares y que por ese motivo finalizará 2023 sin pedir subsidios al Estado. A la vez, la mitad de esa nueva deuda fue suscripta por un organismo del Estado, que depende de la Anses.
La línea aérea estatal, administrada por funcionarios que responden a la agrupación La Cámpora, volverá a acumular pérdidas a lo largo de este año, pero las mismas terminarían siendo más atenuadas que en los ejercicios anteriores.
En 2022, el déficit de Aerolíneas fue por el equivalente a 353 millones de dólares y para este año, según informó la empresa, el rojo podría terminar siendo cubierto entre la partida presupuestaria de 2022 que no había sido ejecutada (por un monto equivalente a aproximadamente US$ 100 millones) y la nueva deuda que Aerolíneas acaba de tomar en el mercado.
Ese endeudamiento consiste en un fideicomiso a 36 meses pagadero en dólares «linked». En realidad, Aerolíneas recibió pesos por un equivalente a 100 millones de dólares según la cotización oficial mayorista de 350 pesos por dólar. Ese tipo de cambio mayorista es el que abonará al momento de los vencimientos. El bono se paga en seis cuotas y devenga un cupón trimestral de intereses con una tasa de 3% anual.
La mitad de esa colocación, por 125 millones de pesos o US$ 50 millones a precio mayorista, fue suscripta por el propio Estado, a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses.
Otro 18,23% fue suscripto por Fondos Comunes de Inversión (FCI), que dependen de los bancos pero cuyas colocaciones son monitoreadas desde la Comisión Nacional de Valores (CNV). En tanto otro 14,61% correspondió a suscripciones de «Cajas, Asociaciones y otros».
El fideicomiso fue administrado por BICE Fideicomisos, una filial del estatal Banco de Inversión y Comercio Exterior.
Los bonos, con formato de valores de deuda fiduciaria (VDF) denominados «FF GLOBAL ARSA» tuvieron una alta calificación por parte de Fix SCR (del grupo Fich) con una doble «A».
El titular de Aerolíneas, Pablo Ceriani, dijo que gracias a esta colocación podrán finalizar su ejercicio de este año sin pedir subsidios al Estado.
“Es muy importante para nosotros haber conseguido este fideicomiso porque significa un voto de confianza de los bonistas en la gestión de Aerolíneas y lo conseguimos con una alta calificación crediticia. Gracias a esta operación, anunciamos que Aerolíneas no solicitará ni recibirá fondos del Estado nacional en el 2023» dijo Ceriani, a través de un comunicado.
Lo cierto es que los nuevos bonistas, tanto los estatales como los privados, apostaron a que durante los próximos 36 meses Aerolíneas seguirá volando y generando ingresos.
La empresa se viene manejando con aportes del Estado para sostener su estructura patrimonial desde su estatización a fines de 2008, hace ya más de 15 años. Tiene sólo una parte de su flota propia, la mayoría de los aviones Embraer de la ex-Austral, y otros dos Boeing 737-700 que ya tienen más de 15 año. El resto de la flota, sobre un total de más de 80 aeronaves, es alquilada bajo distintas modalidades de «leasing».
Voceros de Aerolíneas aseguraron que la suscripción de la mitad de la deuda emitida por parte del fondo de la Anses «no dependió de nuestra voluntad, a ellos nuestro bono les pareció una colocación atractiva».
En esa misma línea, los voceros de Aerolíneas subrayaron que ya tienen vendidos casi 1,5 millones de pasajes para la temporada 2024. «Si bien históricamente se venden más pasajes en los días previos a una elección, es evidente que es mucha la gente que sigue confiando en que seguiremos volando normalmente durante el año próximo«, agregaron.