Sergio Massa, candidato y ministro, pagó el costo de la estadística.
Con la inflación apuntando a más de 150% anual y un nivel de pobreza superior a 40% se defendió proponiendo eliminar impuestos para los trabajadores y la creación de una moneda digital para repatriar capitales y sin pagar impuestos.
Javier Milei evitó mencionar la motosierra para recortar el gasto, pero aseguró que si gana terminará con el déficit fiscal y ratificó su intención de eliminar el Banco Central, fuente, desde su punto de vista, de la maldición inflacionaria.
Patricia Bullrich, que, como era de esperar, se concentró en esmerilar a Massa, aseguró que tiene un «plan integral y un equipo económico con Carlos Melconian para implementarlo».
Al que su histórica económica le jugó a favor fue a Juan Schiaretti al resaltar el equilibrio fiscal de Córdoba, además de hacer una propuesta concreta: sostuvo que hay crear un doble mercado cambiario (controlado para el comercio exterior y libre para los servicios y las finanzas) como forma de avanzar hacia un mercado único y libre,
De distinta forma Milei, Bullrich y Schiaretti coincidieron en la necesidad de alcanzar el equilibrio fiscal como base para combatir la inflación además de que se termine la emisión monetaria para financiar al Tesoro.
Massa dejó la lado el ítem gasto público (entendible en medio de la expansión del gasto que está impulsando que hace volar por el aire las metas que acordó con el FMI) y Miriam Bregman tomó, también como era esperable, otro camino.
Bregman propuso repudiar la deuda con el FMI como único camino para mejorar la economía y lograr el crecimiento y siguió sola por su sendero de cuestionar de cuajo al organismo y a las empresas.
En las cuestiones más técnicas, Milei puso el foco sobre el problema de las Leliqs (letras de liquidez) del Banco Central (equivalen a $20 billones) y dijo que «los chantas» de los economistas que acompañan a Bullrich no saben qué «van a hacer» con esa deuda
Massa y Bullrich fueron de frente contra la propuesta de dolarización de Milei y el libertario mientras que Bregman insistió: «no hay salida si no se desconoce la deuda con el FMI».
Para Schiaretti «Massa es el titular de este gobierno kirchnerista en el que Alberto Fernández y Cristina Kirchner están desaparecidos» pero no fueron las únicas críticas el Presidente y la Vice.
En dos oportunidades, Massa reconoció los «errores» del gobierno, dijo que «las cosas no van bien y que la plata no alcanza» y terminó pidiendo que la gente vaya a votar con esperanza y sin bronca.
Con algunos matices, los cinco candidatos se mantuvieron en su andarivel de propuestas con críticas previsibles. El escándalo Insaurralde y su escapada a Marbella se presenta como otro ícono del mal manejo kirchnerista del dinero público.
Milei matizó bastante su esquema de dolarización y Bullrich lo dio por terminado al decir que es imposible de implementar sin tener una importante cantidad de dólares en las reservas.
Y el esquema de doble mercado cambiario inicial planteado por Schiaretti se corresponde con el que Melconian viene trabajando desde la Fundación Mediterránea.
Con una inflación que el bimestre rondará 23% y después de un salto de dólar de 22% en agosto, que lo absorbió rápidamente, el aumento del costo de vida, el marco de la discusión económica de corto plazo se llevará el corto plazo de una forma más decisiva que la planteada en el debate.
Un asesor cercano de Bullrich sostiene que el plan «platita» de Massa es más un plan inflacionario que expansivo y que la emisión y el vuelco al mercado de más de dos billones de pesos en una economía en la que la gente busca desprenderse rápido de los pesos, tendrá consecuencias rápidamente.
A los efectos económicos: ¿importa quien ganó el primer debate presidencial?
Se comprobará a partir de hoy y parte del resultado lo reflejará el mercado cambiario. Un circuito en el que el dólar blue superó los $800 y que demanda la recomposición de una confianza política que, después del primer debate de los candidatos a presidente, todavía es difícil de imaginar.
De hecho, entender que el requisito de tener equilibrio fiscal y eliminar la emisión monetaria para financiar al Tesoro para combatir la inflación es un importante paso adelante.
Pero, en la Argentina endeudada y estancada, los recortes son muy difíciles de llevar adelante. La política todavía tiene mucho que definir en ese campo.