Faltando un día para que termine el dólar soja 4, las presiones cambiarias empezaron a intensificarse y a demandar una mayor reacción oficial. En los últimos días, el Banco Central debió destinar cerca de US$ 50 millones para aplacar los dólares financieros, muy por encima del promedio diario de US$ 30 millones que venía utilizando desde las PASO, según fuentes oficiales.
De esa manera, la autoridad monetaria sacrificó desde el 14 de agosto pasado más de US$ 1.000 millones, de acuerdo con estimaciones oficiales. Y lo hizo con los dólares que compró a los exportadores de soja a partir del régimen diferencial adoptado en septiembre, lo que profundizó el drenaje de reservas, pese a la devaluación de agosto.
Con ese incentivo -del cual un 25% se puede canalizar al contado con liquidación (CCL)- y las restricciones al MEP, el Gobierno mantuvo la paz cambiaria en buena parte de septiembre. Sin embargo, la caída de las liquidaciones del agro y las menguantes compras del BCRA, sumado a la mayor demanda de dólares, empezaron a hacer crujir el esquema cambiario post PASO.
Así, en las últimas cinco ruedas, el saldo entre la intervención en el mercado de cambios (donde se liquidan operaciones al dólar oficial y soja) y el mercado de bonos (de donde surge la cotización del CCL y el MEP) fue negativo. «El programa dólar soja ya no está cumpliendo su principal objetivo de captar divisas por el MULC para intervenir en el MEP sin profundizar el drenaje de reservas», advirtió PPI.
Si bien la intervención sobre los dólares financieros todavía está por debajo del promedio diario de US$ 97 millones en la semana previa a las primarias, en los últimos días alcanzó el valor más alto desde el 14 de agosto. «Hasta ayer calculamos que desde las PASO el BCRA utilizó US$ 938 millones para calmar los dólares financieros, casi todo en MEP», estimó Pedro Siaba Serrate, de PPI.
El recalentamiento se observó en el contado con liquidación, que el miércoles hilvanó su sexta rueda al alza al trepar hasta $ 789 y acumuló un avance del 3% en el mes. Así, con el dólar oficial fijado en $350 desde las PASO, la brecha cambiaria saltó a 125%, volviendo a superar el umbral del 120% por primera vez desde fines de agosto pasado. Mientras que el MEP subió a $ 689.
En ese marco, Sergio Massa anunció un «dólar Vaca Muerta» con un esquema similar al dólar soja (75% a $ 350 y el 25% restante de libre disponibilidad, por lo que se puede liquidar al CCL). La idea en el Ministerio de Economía es arrancar la semana próxima para conseguir US$ 1.200 millones y con parte de esas divisas contener los paralelos hasta las elecciones del 22 de octubre.
Desde fines de mayo, el poder de fuego del Central continúa enfocado en controlar el dólar MEP, sin señales de su aparición en el CCL. La expectativa de los analistas ahora es que con el correr de los días se acreciente el protagonismo de la entidad monetaria para evitar la trepada de los dólares financieros, como ocurrió en la semana previa a las primarias.
La demanda de dólares se ve alimentada por un coctel de incertidumbre electoral, expectativas de devaluación y la salida de inversores de bonos ajustados por inflación (CER) y dólar (Linked). «Es un movimiento de cobertura que viene desde hace unos días, el mercado está viendo un escenario malo para la deuda en pesos y busca cobertura en billetes», dijo el economista Jorge Neyro.
El Gobierno no descarta recurrir a devaluaciones selectivas en otros rubros y ya anunció que el 15 de noviembre concluirá el dólar fijo a $ 350. Será reemplazado por un esquema administrado para evitar una devaluación como la de agosto. Con cerca de US$ 5.000 millones de reservas netas negativas, el Banco Central aún dispone de recursos líquidos para intervenir por los pasivos contraídos.