Por el salto del valor de la canasta básica alimentaria tras la devaluación de agosto luego de las PASO, en el tercer trimestre del año pasado hubo un aumento del número de personas indigentes, del 8% al 9,9%. Si esos porcentajes se extienden a toda la población (46,6 millones), incluyendo la rural, son 4.600.000 versus 3.700.000 de igual período de 2022. Son 900.000 indigentes más que no tuvieron ingresos suficientes para alimentarse.
En tanto, el 38,5% de la población pasó a vivir por debajo de la línea de pobreza en relación al 37,7 % de igual período de 2022, de acuerdo al procesamiento de los microdatos de la EPH (Encuesta Permanente de Hogares) que difundió este jueves 8 el INDEC. Son casi 18 millones de pobres.
Por todo esto, se descuenta que tras la mayor devaluación de diciembre, y la mayor disparada de los precios de los alimentos y gastos básicos, la indigencia y la pobreza pegaron otro salto en el IV trimestre 2023 y más todavía en este primer trimestre de 2024.
Martin Rozada, director de la Maestría en Econometría de la Universidad Di Tella, quien procesó estos microdatos, le dijo a Clarín que “la tasa de pobreza del tercer trimestre de 2023 se mantuvo relativamente constante en relación al tercer trimestre de 2022 porque, en promedio, los ingresos totales familiares aumentaron casi lo mismo que lo que aumentó la canasta básica total con la que se mide la pobreza. Parte del aumento interanual del ingreso total familiar se explica por el incremento del número de perceptores de ingresos de los deciles más bajos de la distribución”.
Sin embargo, Rozada agregó, que “este aumento del ingreso total familiar no compensó la inflación de la canasta básica alimentaria (CBA) con la que se mide la indigencia. La CBA aumentó alrededor de 145% entre el tercer trimestre de 2023 y el tercero de 2022, mientras que, en promedio, los ingresos totales de los cuatro deciles más bajos se incrementaron 127%. Esta diferencia entre aumento de ingresos de los deciles más bajos y el aumento de la CBA explica el aumento de la tasa de indigencia”.
Por edades, con el 54,8% sobresale la pobreza infantil de menores de 14 años versus un 51,7% en el tercer trimestre de 2022, mientras la indigencia infantil aumentó del 11,8 al 15,6%.
El aumento de la indigencia se produjo entre todos los rangos de edades, mientras la pobreza creció entre los menores de 14 años y los mayores de 65 años, en este caso, por la pérdida del poder de compra de los haberes.
El Indec no difunde las cifras trimestrales de indigencia y pobreza por la alteración que provoca en la medición el cobro del medio aguinaldo, en junio y diciembre. Por eso el organismo da a conocer las cifras de indigencia y pobreza cada seis meses, tomando en cuenta los meses enero-junio y julio-diciembre.
No obstante, a través de la difusión de los microdatos es posible calcular un conjunto de indicadores sociales con la precaución de comparar trimestres homogéneos.
Con esta aclaración, los especialistas que manejan ese programa del Indec pueden calcular esos indicadores claves.