Con reservas netas negativas en el Banco Central por US$ 6.200 millones, el Gobierno echa mano a trabas burocráticas para ir retrasando la entrega de divisas a los importadores y evitar que la sangría sea aún más profunda.
Ante la falta de divisas, la estrategia del Gobierno es ir retaceando las autorizaciones para que los importadores accedan al dólar oficial para pagar sus operaciones.
Esta tendencia se profundizó en lo que va de 2023. El economista Salvador Vitelli marca que, según datos del Banco Central, la deuda con importadores de bienes llega a US$ 43.000 millones. Esto es un incremento del 89% vs el promedio hasta 2021.
En solo dos meses, entre agosto y junio, esa deuda saltó de US$ 37.000 a US$ 43.000 millones, un monto prácticamente equivalente a los US$ 44.000 millones que el Fondo Monetario le prestó a la Argentina para escapar de una crisis económica que no hizo más que profundizarse con este salto en la deuda.
Por la dinámica del comercio exterior, anualmente se genera una deuda con los exportadores que ronda los US$ 20.000 millones. Esto ocurre porque hay un retraso entre el momento en el que las importaciones se generan y el momento en el que efectivamente se pagan. Pero por la falta de divisas que se produjo este año por la sequía, esa deuda dio un salto marcado.
Desde la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA) estiman que este año a esos US$ 20.000 millones habituales habrá que sumarles otros US$ 20.000 millones adicionales.
No se trata de deuda que el Central tenga con los importadores, sino de atrasos en la autorización para acceder a las divisas. Para frenar las críticas frente a la demora en aprobar las autorizaciones para importar -las SIRA- el Gobierno aceleró ese trámite, pero a la vez recurrió a trabas burocráticas para postergar la entrega efectiva de dólares.
Esto fuerza a los importadores a financiarse con sus proveedores, con su casas matrices, o con dólares propios Y a la vez esto encarece las operaciones, lo que se traslada a los precios finales de los bienes y servicios importados.
Lo que viene
Frente a estos datos, Carlos Melconian, quien sería ministro de Economía si Patricia Bullrich ganara la elección presidencial, dijo que la deuda con los importadores generada durante el actual gobierno tendrá un tratamiento alternativo, distinto al que se le dará a la deuda que se genere a partir del 10 de diciembre.
«Las importaciones nuevas del próximo gobierno van a entrar a pagarse fluidamente en el régimen cambiario con el superávit comercial, pero lo que venga de deuda dejada por Massa irresponsablemente va a tener un tratamiento alternativo», detalló Melconian en una entrevista en Radio con Vos.
Del lado de La Libertad Avanza aún no hay una propuesta acerca de cómo se manejarán con esta deuda. De todos modos Javier Milei ha criticado las SIRA y de acuerdo a su propuesta de terminar con el Banco Central el sistema dejaría de funcionar tal como se lo conoce hoy.