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La falta de nafta ya se siente en la Ciudad: estaciones cerradas, colas y cupos porque las petroleras mandan menos combustibles

La falta de nafta que afecta desde hace días a distintas provincias, ya se siente fuerte también en la Ciudad de Buenos Aires. En la noche del jueves, la mayoría de las estaciones de servicio estaba sin combustible y los playeros reconocían que es porque las petroleras están enviando menos cantidad.

Si bien durante la madrugada y esta mañana muchas de esas estaciones pudieron reactivar sus surtidores tras recibir los camiones que reabastecieron sus tanques, había algunas que despachaban con cupo de $ 7.000 u $ 8.000 según el tipo de nafta, para estirar su reducido stock.

En la noche del jueves, conseguir nafta en la Ciudad fue una odisea. «Recién pude cargar en la séptima estación de servicio a la que fui», contó Diego Pérez, un conductor que circulaba con unos pocos litros en el tanque de su auto.

«Una YPF y una Axion sobre Avenida Rivadavia en la zona de Once, otra YPF y una Shell que están en la esquina de Díaz Vélez y Yatay, y dos más en la zona del Cid Campeador, en Caballito, estaban sin combustible. Recién conseguí, y sólo súper, en una pequeña YPF de barrio sobre Avenida Warnes, en Villa Crespo», detalló.

Videso

Los precios congelados hicieron que la demanda se volcara a YPF.

La escasez, que empezó en las estaciones de la petrolera estatal a principios de mes, porque tenía precios más bajos que la competencia, se extendió a los surtidores de todas las marcas. Luego, con las elecciones, muchos automovilistas se apresuraron a cargar ante la certeza de que, luego del domingo, iba a haber una devaluación o un ajuste de precios, lo que finalmente ocurrió.

A pesar de que supuestamente los precios estaban congelados hasta el 31 de octubre, YPF subió 3% sus combustibles el lunes pasado y el resto de sus rivales hicieron lo propio «en línea» con la principal petrolera, en medio de faltantes en surtidores y tironeos por los acuerdos de precios. Lo justificaron como un traslado a precios de la suba de los biocombustibles.

Raizen (Shell) y Axion (PAE) y Puma (Trafigura) realizaron ajustes superiores al 2% en etapas y en parte de las estaciones de servicio, según fuentes del sector. En el interior, hubo ciudades como San Luis y Santiago del Estero, con incrementos de entre el 8 y 9,7%.

El descongelamiento hizo que las productoras de crudo abrieran las ojos. Vista, una de las mayores productoras de petróleo en Vaca Muerta, que en octubre recibía US$ 56 por barril (cuando en el mundo cotiza a US$ 88) por el congelamiento de precios ya les dijo a los inversores que en noviembre y diciembre negociará aumentos con las refinerías.

Distorsiones en el mercado del gasoil

A la disparidad de precios entre las petroleras, que hizo que la demanda se volcara hacia YPF se sumó también la fuerte diferencia que se creó entre el precio del gasoil minorista (que se había congelado) y el mayorista, que cargan empresas de transporte y de la agroindustria.

n general, el precio mayorista es más barato, pero la distorsión de precios hizo que -como sucedió el año pasado- al congelarse los precios minoristas, los transportistas y productores agropecuarios se vuelquen a en las estaciones de servicio (que son más baratas) en lugar de los mayoristas y se generen faltantes.

«En Argentina solo 2 de cada 10 automóviles usan diésel, pero este combustible representa 6 de cada 10 litros del total», explicó un ejecutivo del sector. «El agro, los camioneros, todo ese segmento intenta conseguir un mejor precio yendo al minorista y se genera una tensión», agregó.

A este panorama se sumó la parada de una unidad de la refinería de YPF en Ensenada, que la llevó a importar gasoil y nafta. Pero la falta de dólares que sufre el Gobierno hizo que los barcos queden varados sin poder ingresar a puerto.

Hay tres buques cisterna esperando con nafta y gasoil para su importación, pero no puede descargar el combustible hasta que se pague a los proveedores extranjeros BP y Gunvor, según indicaron a la agencia Bloomberg dos personas con conocimiento de la situación. Sin embargo, cerca de YPF aseguran que los dólares para pagar la carga ya habrían sido liberados. En el Banco Central no tenían conocimiento.

El cargamento retenido tiene un volumen de 120.000 metros cúbicos, lo que representa el 7% de las ventas mensuales de nafta del país, o unos US$ 150 millones, según dijo una fuente.

Argentina importa el 32% de su combustible: el 20% de su diésel y el 12% de su nafta súper. Mientras que importar un litro de gasoil cuesta casi US$ 2, en el mercado local se vende a unos 40 centavos.

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