En el desierto de Atacama, pueden pasar años sin una gota de lluvia, un problema para la minería, uno de los motores de la economía chilena. El país trasandino es el mayor productor global de cobre, con una participación de mercado del 25% y el 28% de las reservas a nivel mundial. También es el mayor consumidor, con 14 millones de toneladas anuales de cobre refinado.
Allí, en el suelo más árido del mundo, Techint Ingeniería y Construcción avanza con dos proyectos que marcarán un hito para la industria, permitiendo usar agua de mar desalada en lugar de agua de la Cordillera para hacer más sustentables las operaciones y hacerle frente a la crisis hídrica. Son sus apuestas más ambiciosas en Chile, donde opera hace 70 años, desde que en 1952 la petrolera nacional ENAP le adjudicó la construcción de una terminal marítima el oleoducto Cerro Manantiales-Caleta Clarencia.
Con una inversión de más de US$1.000 millones, en el pico de construcción generarán 10.000 empleos, de los cuales 200 serán argentinos expatriados. Tras la recorrida por las obras, el presidente del Grupo Techint, Paolo Rocca, destacó las oportunidades que se abren para la compañía: “Chile necesitará sustituir agua continental con agua de mar desalada para su desarrollo de cobre y litio. Hay mucho más para hacer, estamos ganando experiencia”.
El proyecto SADDN para Codelco estará listo en enero de 2026. Foto: TechintFrente a la escasez hídrica, las actividades productivas deben buscar fuentes alternativas. El país vecino cuenta con acceso directo al Océano Pacífico y un litoral marítimo de más de 6.000 kilómetros de extensión. El problema es que el agua salada no es apta para uso industrial. De ahí, la relevancia de la desalinización.
El proyecto Suministro de Agua Desalada para el Distrito Norte (Saddn) para la estatal Codelco –la principal productora de cobre del mundo, con 1,73 millones de toneladas anules, un 8% del volumen mundial– estará listo en enero de 2026 y suministrará a tres grandes minas del norte: Radomiro Tomic, Chuquicamata y Ministro Hales. Techint lleva adelante la construcción de una planta desalinizadora, con obras de captación de agua de mar y un sistema de impulsión que requerirán más de 5.000 empleados en el punto máximo de actividad.
A su vez, avanza con un desafío sin precedentes en el proyecto C20+ para Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi (Cmdic), la segunda mayor unidad de extracción minera de Chile y uno de los depósitos de cobre más grandes del planeta. Ahí, construye un ducto de 195 kilómetros para el transporte de agua desde el mar hasta la mina, a 4.680 metros de altura. Se espera que esté listo en el primer semestre de 2025. En el pico de los trabajos, demandará más de 5.000 colaboradores.
Techint instalará una planta que permitirá desalinizar agua de mar. Foto: Techint
Proyecciones de la minería a 2050
Los trabajos de Techint son clave, ya que en 2050 el mundo demandará mayor cantidad de cobre por la electromovilidad y la transición energética. La empresa entiende que su experiencia del otro lado de la Cordillera podría servir para eventualmente explotar oportunidades que hoy se presentan para Chile, pero que a nivel local también existen en potencial. Con proyectos frenados y otros con inicio demorado, según la Cámara Argentina de Mineros Empresarios (CAEM), la Argentina no produce cobre desde 2018, mientras que, desde entonces, Chile y Perú consolidaron su crecimiento minero a través de este recurso.
Adicionalmente, Techint tiene a cargo la obra más importante de México de los últimos 40 años, con la construcción de cinco plantas en la refinería Dos Bocas, la más grande del país azteca. A la par, en la Argentina lleva adelante, junto a Sociedad Argentina de Construcción y Desarrollo Estratégico (Sacde), la reversión del Gasoducto Norte con la obra de 100 kilómetros de ductos, y el proyecto Duplicar de Oldelval, de 250 kilómetros que prevé en mayo de 2025 concluir la tercera etapa, pasando de 30.000 metros cúbicos a 80.000. Y recientemente completó el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner.