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Roberto Frenkel: “Es hora de desdoblar el tipo de cambio y poder hacer facturas en dólares”

Roberto Frenkel es un economista de vasta trayectoria académica en temas de inflación. Fue además jefe de asesores del Ministerio de Economía con Raúl Alfonsín. El viernes conversó con Clarín en su casa de Núñez. “Acá tuvimos reuniones por el Plan Austral”, recordó. “Eramos un montón. Empezó bien pero terminó mal…”.

-Justamente así como vamos, ¿habrá híper?

-¿Qué es una híper? ¿50% mensual? Hay una definición de un economista estadounidense llamado Phillip Cagan que decía más de 50% por mes es híper. Pero su trabajo escogía como base la experiencia alemana de los años 20. Tomar 50% por mes a mi juicio es arbitrario si tenemos en cuenta que un régimen de alta inflación es una adaptación muy completa de un proceso más complejo que se utiliza la indexación como solución racional al problema de la negociación de los salarios, los alquileres, contratos y demás.

«Argentina tuvo 15 años de alta inflación entre el Rodrigazo y la Convertibilidad, somos la economía más adaptada del Planeta a la alta inflación»-¿Y qué es un régimen de alta inflación?

-8% por mes por dar un número. Argentina tuvo 15 años de alta inflación entre el Rodrigazo y la Convertibilidad, somos la economía más adaptada del Planeta a la alta inflación y en esos 15 años lo mejor que conseguimos fue un 2% mensual con el Plan Austral. Pero 2% es alto y obliga a uno empezar con las minidevaluaciones y ya no sirve. Si la inflación llega a un punto en el que la información pasada no nos resulta útil para proyectar cuánto esperamos a futuro, estamos en híper independientemente de la magnitud de la tasa. La decisión de los precios y conjeturas del futuro se basan sobre el pasado y si el pasado ya no nos ayuda estamos en un problema.

-¿Qué pasa cuando se llega a ese punto?

-Perdemos referencia de todo y la solución que tomamos es atarnos al precio que más sube: el tipo de cambio. Es mucho mejor que estar viendo si la inflación es 6%, 8% o 12% por mes. El dentista me cobra en dólares, el alquiler del verano en la Costa, y así.

-Economía publica la inflación semanal.

-Es un estimado y para que les dé un dígito.

-¿Pero vamos o no a una híper?

-Los alimentos están al tipo de cambio oficial. Si se flota tenemos híper. Si no consiguen controlar el dólar blue, el CCL o cualquiera de los libres, también el dólar se iría.

– ¿La híper es sólo un fenómeno monetario o puede haber un evento político que la gatille?

– Puede. Viene el final del gobierno de Salvador Allende, la cosa se pone fea y querés rajar del país. ¿Cuánto vale una casa? La casa no te la podés llevar, la rematás.

«Mi ejemplo es Uruguay a mediados de los 80, donde lo vi funcionar. Los bienes durables y los depósitos de los bancos estaban en dólares, casi no había depósitos en pesos».– ¿La híper del 1989 fue por vacío de poder?

– Era difícil. La relación con el FMI ya no iba, el PJ decía que no nos tenían que dar crédito en el Banco Mundial, se perdió la elección presidencial y la ganó alguien que prometía el salariazo. Ningún gobierno que se va puede estabilizar.

– O sea que el Banco Central está complicado

-En esas situaciones no se puede estabilizar. Lo que se puede hacer es ir conteniendo y mientras haya capacidad de intervención en el mercado cambiario.

-¿La tiene hoy Miguel Pesce, titular del BCRA?

-Algo. Quedan muy pocas reservas líquidas y si el precio del dólar flota habrá hiper.

-¿Y por qué dejaría flotar el dólar?

-Porque no tiene más para intervenir. Por eso la inflación explotó tantas veces aquí.

«Los alimentos están al tipo de cambio oficial. Si se flota tenemos híper». -¿Qué le parece lo que está haciendo Massa?

-Todo lo hace para llegar a las elecciones.

-¿Hasta las elecciones o hasta diciembre?

-Bueno… dependerá del resultado de las elecciones ¿no? Si gana otro ya no dependerá tanto de Massa porque todo dependerá de lo que diga el que viene.

-¿Si el peronismo ve que no tiene chance de seguir en el poder en 2024, no cree que la economía podría volverse más inestable y acrecentar las chances de una híper?

-Claro, ¿qué incentivo tendría el Gobierno para controlar la situación si no entra al balotaje? También podría aumentar el escenario de una híper si gana Milei porque la gente no sabrá qué va a pasar y querrá comprar más dólares para sacarse los pesos.

-¿Podrá unificar el dólar el nuevo Gobierno?

-No sin antes bajar la brecha actual, hoy de 130%, porque, si no, la devaluación sería fenomenal. Primero debería circular la oferta de dólares que hay en la economía. Los argentinos tenemos todos los dólares que hacen falta, más de US$ 260.000 millones. Es hora de desdoblar el tipo de cambio y poder hacer facturas en dólares. Es lo que ahora dicen Melconian, Cavallo y que muchos hablamos hace años. Yo mismo le hice llegar la propuesta a este gobierno dos veces.

-¿Facturar en dólares?

-Legalmente no hay ningún problema, no hay que reformar ninguna ley, la factura en dólares es legal. Solo que no se le puede quitar a un argentino la posibilidad de cancelar cualquier deuda en su moneda doméstica como dijo Horacio Rosatti, el titular de la Corte Suprema. Lo que pasa es que la factura en dólares está pensada para un régimen de cambio único como en la época de la Convertibilidad y abajo dice que es cancelable en moneda nacional al tipo de cambio libre del “mercado único y libre de cambios”, que hoy no es único ni libre. Pero para usar la factura en dólares lo único que hay que hacer es cambiarlo a otro dólar, uno libre, por ejemplo, el MEP.

-¿Qué ganaría con ello?

-La idea es hacer funcionar todo como la construcción, comprar un inmueble o un auto. Mi ejemplo es Uruguay a mediados de los 80, donde lo vi funcionar. Los bienes durables y los depósitos de los bancos estaban en dólares, casi no había depósitos en pesos. En Uruguay el peso se usaba para pagar las jubilaciones, los salarios del sector público y el chiquitaje: comida, restaurantes, todo eso se pagaba en pesos uruguayos, y lo otro en dólares, pero el dólar era libre. Perú también. Son economías semidolarizadas. Otro beneficio sería que bajaría el riesgo país y, ergo, la tasa de interés.

-¿Y la parte fiscal?

-Ahí estamos todos de acuerdo.

-¿De acuerdo con qué, con la ortodoxia?

-No es ortodoxia. ¡Si la Argentina no tiene crédito! Entendamos algo: acá no hay ortodoxia ni heterodoxia. ¿Cómo te vas a financiar? ¿emitiendo? No da para más.

-¿Qué piensa del plan Milei de dolarización?

-No hay con qué hacerlo. Además, ¿para qué vas a apurar el caballo?

-Muchos de los que están a favor de dolarizar ponen como punto de partida lo mismo que usted señala: que los argentinos tenemos más de US$ 260.000 millones bajo el colchón, que los bonos, etc.

-¿Y? Que me digan a qué tipo de cambio.

-¿Qué pasará con los salarios si los dólares debajo del colchón empiezan a circular?

-Es muy probable que haya algunos sectores que se dolaricen, que por ejemplo a los aceiteros les paguen en dólares. ¿Cuál sería el problema?

-Los salarios del sector público… ¿se pagarían en dólares?

-No, en pesos. No se puede dolarizar ahí si hay déficit y no hay financiamiento. Es verdad que será conflictivo porque ATE reclamará que se le pague en dólares.

-¿Está a favor de la bimonetariedad?

No estoy a favor ¡somos bimonetarios! [Risas]. Se legalizó con la convertibilidad y nunca más se quitó.

-¿La economía no podría terminar dolarizada según su planteo?

-Puede. Y mi temor ahí es el de siempre: que se aprecie el tipo de cambio y empezamos a ser caros en dólares. Que luego de dos o tres años los dólares que tenemos ahorrados se agoten.

-¿Qué situación del pasado le hace acordar la actual: los setenta, los ochenta, los noventa, el 2001?

Todas [Más risas]. Estamos cerca de un Rodrigazo como lo de los 70. Se parece al final de Martínez de Hoz al principio de los ochenta y el final de Alfonsín de 1989. Estamos cerca también de volver a atrasar el dólar como pasó con Menem y con Macri. Fueron todas experiencias caras.

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