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Se confirma la recesión: la economía cayó 8,4% en marzo y la recuperación se demora

La economía cayó 8,4% interanual en marzo y profundizó su derrumbe. La baja mensual en términos desestacionalizados fue del 1,4%, acumulando dos trimestres consecutivos con contracción. De esa manera, se cumplió uno de los criterios que se utiliza para determinar la existencia de una recesión.

Según el estimador mensual de actividad económica (EMAE) del INDEC, la de marzo fue la séptima caída consecutiva de la actividad (desestacionalizada). Arrancó en septiembre del año pasado con una contracción de 0,2% y continuó hasta marzo.

Con relación a igual mes de 2023, solo 6 de 16 sectores registraron subas en marzo, entre los que se destacan agricultura, ganadería, caza y silvicultura (14,1%) y explotación de minas y canteras (5,9%).

En tanto, nueve rubros registraron caídas interanuales, entre los que se destacan construcción (29,9%) e industria manufacturera (19,6%). Junto con comercio mayorista, minorista y reparaciones (16,7%), aportaron 6,6 puntos porcentuales a la caída interanual del EMAE. El sector financiero también retrocedió con fuerza: 15,2%.

Si bien la actividad venía en caída desde septiembre, solo en los primeros tres meses de este año acumuló una pérdida del 5,4% interanual, superior a la del trimestre previo (1,5% interanual). El desplome coincidió con la devaluación abrupta, la liberación de precios y un fuerte recorte del gasto. Ayer, el Presidente reconoció que «se le fue un poco la mano con el ajuste».

El Gobierno espera este año una caída de 3,4%, superior al 2,8% previsto por el FMI, aunque en los últimos días ratificó que «lo peor ya pasó». «Soy optimista, veo una V, ya hay indicios de una recuperación, hay varios indicadores que empiezan a mostrar la recuperación económica, y obviamente, el sector financiero», dijo ayer el ministro de Economía, Luis Caputo, en el IAEF.

Los analistas, en cambio, creen que la actividad repuntará recién en el tercer trimestre. «El dato está en línea con lo esperado, todavía vamos a seguir con caída, calculo que a partir de abril vamos a ver una caída un poco más chica, las mayores caídas van a ser estas y entre julio y septiembre vamos a ver algún tipo de rebote», señaló Fausto Spotorno, economista de Orlando Ferreres.

La última vez que la economía tuvo un derrumbe de esa magnitud fue en agosto de 2020, cuando se desplomó 11,4% interanual a raíz de la pandemia y las restricciones. Ahora, la expectativa está puesta en el sector agropecuario, si bien todavía las liquidaciones de exportaciones vienen con demora por las lluvias y los tironeos en torno al dólar, que sigue planchado.

«Marzo es piso por el tema de la cosecha, en el segundo trimestre explica el 15% del PIB y va a crecer 50% interanual. El resto de la economía va a seguir por el piso aún, o hacés una recuperación lenta y regenerás las reservas con el saldo comercial o buscás que vengan dólares financieros para recuperarte más rápido, lo primero es mejor», señaló Sebastián Menescaldi, socio adjunto de EcoGo.

En abril, aparecieron indicadores mensuales que ya muestran alguna luz verde, aunque siguen siendo débiles. Ese es el caso de la producción de autos (13,8%), acero (44,3%), industria láctea (9,8%), cemento (9,2%), consumo de electricidad (0,9%), recaudación de IVA (1,7%) y la confianza del consumidor (1,3%), según Econviews.

«La caída de marzo deja un arrastre estadístico negativo para el segundo trimestre. Con los datos que tenemos de abril, parece que se desacelera la caída, pero es difícil prever un repunte. Los impuestos relacionados a la actividad no mostraron signos de mejora es más probable un repunte en distintos sectores para la segunda mitad del año», estimó Francisco Rittorto, economista de ACM.

Uno de los principales problemas que enfrenta el gobierno es que si la economía se recupera rápido perdería el superávit comercial por la mayor demanda de importaciones -hoy restringidas por un sistema de pagos en cuotas-, el Banco Central compraría menos reservas y sería más difícil sostener el dólar planchado. El otro desafío será bajar la inflación con recuperación de los salarios.

El otro frente abierto es el impacto de la recesión en el mercado laboral. Si se proyectan los últimos datos oficiales de empleo asalariado registrado privado, se estima que se perdieron 126.000 puestos privados desde septiembre pasado hasta marzo, la mayor caída del empleo en las empresas en 22 años.

La consultora LCG espera una contracción de 4% del PBI este año. «El consumo seguirá debilitado».

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