En medio de la audiencia pública por las tarifas de luz, en la que el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo resaltó que el sistema está «al borde del colapso», y las dos distribuidoras del servicio en el país Edenor y Edesur, precisaron el nivel de subas que deberían tener las tarifas para el funcionamiento del negocio.
Asi, Edenor, planteó un requerimiento anual de ingresos de $521.303 millones, lo que implica un incremento promedio del 89% en la factura para el 80% de sus clientes.
De acuerdo con la información presentada, el 80% de los clientes de Edenor (2,3 millones de clientes), recibirán una boleta promedio de $7.619, mientras que para un 10% de consumos altos el promedio será de $33.771 y para el 10% restante, de mayores consumos, será de $68.425 en promedio, siempre respetando consumos similares a los que se venían registrando.
«En los sectores de mayor consumo implica un incremento promedio de 140%, muy por debajo de los aumentos registrados en otros rubros de la economía, o incluso en otros servicios de consumo masivo como TV por Cable o Internet», según la compañía.
Según explicó la empresa en la audiencia, “Edenor no recibe subsidios del Gobierno Nacional. La empresa es agente recaudador y quien emite la factura, pero la realidad es que de cada factura que se cobra al usuario recibe sólo el 29% del total. El resto corresponde a generación (47%), impuestos (23%) y transporte (1%).”, explicó.
“Con los nuevos montos propuestos, Edenor recibirá sólo $2.209 por factura promedio, el equivalente al costo de una botella de gaseosa”, comparó. Además, la distribuidora propuso un sistema de actualización periódico de las tarifas, acorde con el proceso inflacionario que enfrenta el país.
El representante de Edenor, Guido Hernández, solicitó un requerimiento anual de ingresos de $521.303 millones, lo que implica un incremento promedio del 89% en la factura para el 80% de los clientes de la compañía.
De esa forma, explicó, la factura promedio pasará a ser de $ 7.619, que representa un incremento diario de $ 246, que comparó con el precio de «medio alfajor».
Ese aumento promedio de 89% sería del 47,1% para los usuarios del Nivel 1, de mayores ingresos (de $ 7.018 a $ 10.299), del 147,9% para los del Nivel 2, de ingresos bajos (de $ 2.570 a $ 6.341) y del 128,2% para los del Nivel 3, de ingresos medios (de $ $ 3.161 a $ 7.214).
Asimismo, para un 10% de consumos altos el promedio será de $33.771 y para el 10% restante, de mayores consumos, será de $68.425 en promedio, siempre respetando consumos similares a los que se venían registrando.
Como la participación del Valor Agregado de Distribución (VAD) es del 29% del total de la tarifa, «Edenor recibirá sólo $ 2.209 por factura promedio, el equivalente al costo de una botella de gaseosa», comparó Hernández.
Edenor distribuye el 20% de la energía eléctrica que se consume, y provee el servicio eléctrico a 3,3 millones de clientes lo que significa, teniendo en cuenta el último censo, aproximadamente 9 millones de personas.
En cuanto a Edesur, la otra gran distribuidora del país que abastece al 20% de la demanda del país, señaló a través de una presentación que “la Audiencia Pública solo abarca el impacto de la inflación en la remuneración de Edesur y no la conclusión de un proceso de Revisión Tarifaria”.
La firma también considera que “es imprescindible comenzar y finalizar un proceso de Revisión Tarifaria Integral para poder alinear la remuneración, el mecanismo de actualización y el nivel de calidad.”
”Es necesario recomponer la tarifa, pero considerando la situación económica general, que vuelve esencial implementar simultáneamente una tarifa social y planes de eficiencia que ayuden a los que realmente lo necesitan”, destacó.
De acuerdo con la propuesta de Edesur, “los ingresos deben ser suficientes y oportunos para cubrir los costos operativos, de capital e impuestos”. Según sus números, los ingresos de la compañía representan alrededor del 27% de la factura.
Jorge Lemos, representante de la firma propiedad del grupo Enel, advirtió que la audiencia se convocó «sólo para analizar el impacto de la inflación en la remuneración» de la empresa «y no la conclusión de una revisión tarifaria«, por lo que no dio precisiones sobre incrementos solicitados, pero remarcó que «es necesario contar con una adecuación sistemática y efectiva».
Al respecto, cuestionó que la región de AMBA tiene «una de las tarifas más bajas del país y no existe justificación técnica para este desbalance», además de recordar que «Edesur no recibe ningún tipo de subsidios (se concentran exclusivamente en la generación) y es correcto que así sea».
Lemos, detalló que de cada mil pesos que paga el usuario en la factura, Edesur recibe 270 pesos y ese es «el único recurso con el que cuenta la empresa para desarrollar sus actividades».
La tarifa final del servicio de energía eléctrica tiene cuatro componentes: generación, transporte, distribución e impuestos, por lo que los pedidos de Edenor y Edesur cumple con los requerimientos de una parte del valor efectivamente pagado en la factura.
La empresa también destacó que “es necesario resolver los temas pendientes de periodos anteriores. Y “a futuro la tarifa debería considerar la inversión necesaria en la resiliencia de las redes y en el desarrollo de la red de Alta Tensión con planificación plurianual analizando la creación de instrumentos regulatorios con fines específicos para garantizar la ejecución de estas obras”, planteó, entre otros puntos, en la audiencia publica.