El mercado busca cubrirse ante el salto inflacionario, una posible nueva devaluación más pronunciada que la de agosto pasado, y la incertidumbre por el rumbo que tomará la economía argentina luego de que se defina un nuevo presidente, después de los comicios del domingo próximo.
En medio de la turbulencia financiera, que llevó al dólar blue a superar a mitad de semana los $1.000 en la City y a la brecha con el tipo de cambio oficial a cerrar la semana corta en el récord del 173%, se vieron recambios en las carteras que manejan los Fondos Comunes de Inversión, acaso el vehículo de inversión más usado en el mercado y que ganó popularidad en los últimos años a partir de las fintech y el boom de los llamados «money market».
Al 9 de octubre pasado, los fondos de money market, «mercado de dinero» o T0, que invierten generalmente en plazos fijos y otros instrumentos en pesos con bajo riesgo y que prometen liquidez instantánea, representaban el 53% del total invertido en la industria de fondos. En tanto, los fondos de renta fija mostraban una importante caída en los últimos doce meses para llegar al 29% del total de la industria.
Luego de las salidas de los Fondos Comunes que invertían en deuda atada a la inflación y a la suba del dólar que se registraron a partir de la segunda quincena de septiembre, y que estuvieron acompañados por caídas en los depósitos en pesos de los bancos producto de la no renovación de los plazos fijos, la semana pasada las posiciones de los inversores volvieron a acomodarse.
La devaluación post PASO y la promesa, o al menos el anuncio de la intención, del Gobierno de dejar quieto el tipo de cambio oficial hasta finales de octubre en $350, logró que muchos inversores prefirieran salirse de los fondos que invertían en instrumentos dollar linked y preferir ganar liquidez antes que tasa.
Pero la disparada del dólar, que llevó al tipo de cambio financiero a subir más de 24% solo este mes, la cercanía de los comicios y la fuerte suba que mostraron los contratos futuros en los últimos días volvieron a poner en el centro de la escena que el mercado da por descontada un nuevo salto discreto del tipo de cambio oficial para antes de fin de año.
«La semana pasada se recuperó muy fuerte la demanda y bonos como el TV24, que ajusta por dólar oficial y vence en abril de 2024, pasaron de devengar tasas efectivas de +3%/4% a rendimientos negativos del orden del 30%. Esto se explica por una fuerte demanda y un aumento directo de su precio», explicaron en la administradora de fondos MegaQM.
La tendencia hacia los fondos que invierten en activos atados a una devaluación se tradujo en nuevas suscripciones por más de $79.000 millones la semana pasada. En tanto, los fondos llamados T+1 ( que permiten hacerse del dinero 24 horas después de realizado el rescate) vieron salidas por $128.700 millones en octubre y, en el caso de los fondos que invierten en activos CER, atados a la inflación, los recates llegaron a los $85.500 millones este mes.
Este cambio de tendencia repentino genera cierto «cuello de botella» en el mercado. «Los FCI de Obligaciones Negociables (ON Dollar Linked) están “limitando la entrada” (porque hay mucha demanda, pero no productos) y el dollar linked del Tesoro de abril ya cotiza a $420″, afirmó el economista Fernando Marull, a la vez que añadió: «El mercado hace bien en cubrirse por lo que se espera para diciembre y enero. Los Bonos Soberanos y Acciones también están funcionando como cobertura».
La semana pasada también se vio una renovada demanda por algunas acciones argentinas, que llevó al Merval a ganar 35% este mes. Incluso los bonos en dólares dejaron de caer como lo habían hecho en ruedas anteriores, lo que implicó una contracción del riesgo país que había llegado a superar los 2.700 puntos hasta los 2.500 con los que cerró el viernes.