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Lalo Fransen, el pionero del rock en castellano que sigue siendo el arma secreta de Palito Ortega

El mundo de las reediciones discográficas sigue dando sorpresas y volviendo a poner en valor a artistas y discos que no estaban disponibles en las plataformas digitales. Tal es el caso del legendario Lalo Fransen, que a los 86 años sigue activo como director musical de Palito Ortega, en cuyos shows incluso se da el gusto de cantar alguno de sus viejos hits.

Porque Lalo, conviene recordarlo, fue uno de los pioneros en hacer rock en castellano, cuando el furor de Elvis Presley arrasó por el mundo y popularizó el rock and roll. Grabó singles, integró famosos programas de televisión como El Club del Clan y trabajó muchos años como productor en música de películas. Todo con enorme éxito.

Lalo Fransen acaba de iniciar un relanzamiento de sus viejos discos de los años '60, época en que integró El Club del Clan. Foto: Ariel Grinberg Lalo Fransen acaba de iniciar un relanzamiento de sus viejos discos de los años ’60, época en que integró El Club del Clan. Foto: Ariel Grinberg Su historia es una colección de anécdotas increíbles de 60 años de actividad como músico profesional, ahora con giras semanales por todo el país con su amigo Palito, como cuando eran jóvenes veinteañeros.

Lalo Fransen y Palito Ortega, amigos hace más de 60 años.Lalo Fransen y Palito Ortega, amigos hace más de 60 años.

Del furor a un perfil bajo

En una oficina a la vuelta de su casa en pleno Barrio Norte, Lalo (en realidad llamado Norberto Franzoni) invita a un café y charla con Clarín sobre su nuevo viejo disco, entre otros temas.

Se trata de su segundo álbum, titulado simplemente Lalo Fransen y grabado en 1964, donde estaban temas como La Niña, No Te Voy a Querer Más y Siempre la Mamá. Además, en estos días saldrá el primero, LALOCURA, que incluye su reconocido primer gran éxito: El pañuelo manchado de rouge.

La tapa del segundo disco de Lalo Fransen, grabado en 1964.La tapa del segundo disco de Lalo Fransen, grabado en 1964.¨Los masterizaron -cuenta- y tienen un sonido espectacular, aunque se grabaron en una máquina de sólo dos canales. Luego van a salir dos más».

Hace tiempo que no daba entrevistas, «porque estoy más que nada trabajando con Palito, mucho en gira con él, dirijo su banda y hago los arreglos. Mi labor como cantante es solo hacer un mini-show dentro de sus conciertos, que son todos los fines de semana. A veces viajamos y a veces estamos acá, incluso en fiestas privadas».

-Un perfil bajo.

-Sí. Se dio así hace mucho años y trabajamos muy tranquilos. Ya no hacemos dobletes, por ejemplo. Y si son shows en el interior del país llegamos un día antes.

Los comienzos

Como toda su generación, Lalo Fransen recibió el impacto del rock and roll cuando vio la película Semillas de maldad, de 1955, donde sonaba el hit Rock alrededor del reloj, de Bill Haley y sus Cometas. «¡Lo vi cuando vino acá, en el teatro Metropolitan, en 1958!», recuerda.

Lalo Fransen en vivo en un festival en el Obelisco, en 2013. Foto: Luciano ThiebergerLalo Fransen en vivo en un festival en el Obelisco, en 2013. Foto: Luciano ThiebergerSin dudarlo, se compró una guitarra y empezó a dedicarse a la música. Formó en un grupo llamado Los Paters, formado en Palermo. «Tocábamos en los clubes de la zona, en lugares como el Club Estrella de Maldonado en la calle Juan B. Justo, casi Honduras, cerca de mi casa. ¡Era muy famoso en el barrio!», asegura.

El paso siguiente fue ir a una prueba en la discográfica RCA Víctor, gustó y a la semana grabó su primer disco. «Ahí fue donde grabé -dice- la canción El pañuelo manchado de rouge, que tenía algo de jazz porque todavía se estaba haciendo la transición del jazz al rock and roll, que aún no había pegado del todo».

-¿Quién te gustaba de esa época, Johnny Tedesco, que ya había hecho el primer rock con El rock del ton ton?

-Johnny estaba conmigo porque fue otro de los que hizo la prueba en la RCA, así que entramos prácticamente y al mismo tiempo. Grabó ese tema y del otro lado del simple estaba Vuelve Primavera, que venía de México y tuvo éxito. Es la época de los Teen Tops, Presumida y todos los rock de Elvis Presley, pero cantados en español».

-¿Cómo llegaron a la televisión?

-Habíamos empezado en el año ’62 en un programa en canal 11, que era La Cantina de la Guardia Nueva. Al poco tiempo nos contrata Goar Mestre para pasar a canal 13, que era el canal número uno. Ahí también estaba Mejía, que era el director artístico de la RCA y escribía los libros y hacía las canciones. Con nosotros inventó «la nueva ola».

Mejía era un bocho para la parte económica y hasta hizo una editorial musical para nuestros temas. Y organizaba las giras con una agencia que era una de las más grande de acá, así que salíamos de gira todos los fines de semana con 6-7 shows de 15 minutos por día. Una locura.

Palito Ortega y los artistas de El Club del Clan.Palito Ortega y los artistas de El Club del Clan.-¿Les llegaba un dinero proporcional a semejante éxito, o estaban a sueldo fijo con contratos leoninos?

-¡Nada! Los contratos nos daban 2% de regalías por los discos. Después lo aumentaron un poco, pero apenas. Estuvimos un año con El Club del Clan, porque después nos llamó Romay para ir a canal 9 con un sueldo diez veces mayor. Eso fue Sábados continuados, con Antonio Carrizo, y nos fuimos Palito, Violeta Rivas, Chico Novarro, Johnny y yo.

-Cada uno tenía un personaje medio estereotipado, ¿no?

-Exacto. Como yo era de Barrio Norte, me pusieron el mote de «Playboy» y era uno de los pocos que usaba saco, con un escudo en el bolsillo de arriba. Palito era el chico triste, Johnny era más chispeante y era el rey del pulóver, Nicky Jones decían que era hawaiano aunque era de Avellaneda. Y así todos, La gente se creyó todo, pero era un poco prefabricado. Tuvimos una época linda.

Nuevos horizontes

Después de todos esos años de furor en la televisión, Lalo Fransen decidió probar suerte en España, donde comenzó a trabajar como productor artístico de RCA y finalmente se quedó tres años y medio. Cuando volvió al país, dejó de cantar y empezó a producir artistas que fueron muy exitosos.

Lalo Fransen en la guitarra, el instrumento que aprendió a tocar cuando era muy chico. Foto: Luciano ThiebergerLalo Fransen en la guitarra, el instrumento que aprendió a tocar cuando era muy chico. Foto: Luciano Thieberger«Hice temas -enumera- con Silvana Di Lorenzo, el grupo Katunga, toda la música de Alberto Olmedo y también muchos artistas infantiles como Carozo y Narizota, Elvira Romero y La Pantera Rosa. Soy autor de 400 temas, muchos de gran éxito. Eran producciones que hacía con Palito, que mucho no figuraba. Somos como una especie de Lennon y McCartney«.

-¿Por qué te parece que Palito fue el que tuvo más éxito de todos?

-Por su talento y sus condiciones como autor. Siempre dijeron que no tiene una muy buena voz, pero a pesar de eso tuvo éxitos grabados por otros artistas en España, Italia y todos los países de Latinoamérica. Siempre sobresalió sobre los demás y hasta el día de hoy llena todos los lugares donde va.

Además, sigue sacando cosas nuevas. Hace poco hizo una trilogía: un álbum de rock and roll (Por los caminos del Rey), una de éxitos de los años ’60 (Románticos 60s) y otro al estilo de Sinatra (Te llevo bajo mi piel). Ahora está pensando en hacer un disco de duetos, como hizo antes con los rockeros en Cantando con amigos, donde estuvieron Moris, Nito Mestre, Lebón, Celeste, Juanse y Charly.

-Ese fue un pequeño acto de justicia, ¿no? Porque en un momento ustedes estaban en la vereda de enfrente del rock nacional.

-Sí. Nosotros tuvimos muchas contras, primero cuando salimos con El Club del Clan y los tangueros nos daban con fiereza, pero no teníamos la culpa. Era una cosa nueva que tuvo éxito y el tango quedó un poco apagado en ese momento. Después, con los rockeros, igual, como que éramos grasa y los rockeros eran los más cancheros.

David Lebón en el Luna Park con Palito Ortega y La lo Fransen. Foto gentileza Rodrigo AlonsoDavid Lebón en el Luna Park con Palito Ortega y La lo Fransen. Foto gentileza Rodrigo Alonso-¿Cómo la pasás de gira con Palito?

-Me encanta. Ya que estoy en gira con Palito hace 40 años. Estuve 10-15 años sin hacer nada, pero cuando vino Sinatra y le fue tan mal en 1981, me dijo: «Lalo, llamá a los músicos porque salimos otra vez de gira». Claro, para recuperar lo que había perdido. Después vino la época donde se fue a Miami y la etapa donde fue gobernador y senador. Y cuando dejó la política me volvió a llamar, en el 2000, y desde ahí no paramos.

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