Sin acuerdo y desatada la interna en el peronismo, Cristina Kirchner y Ricardo Quintela presentaron sus listas para competir por la presidencia del PJ y empezó a correr la cuenta regresiva para el 17 de noviembre. Habrá cuatro semanas para organizar la elección con un padrón de unos 3.200.000 afiliados: un plazo exiguo para el gobernador riojano, mientras la ex presidenta desestima la advertencia y busca cumplir con el cronograma para dar por superado el desafío. Ya arrancaron los contactos entre ambos sectores.
Será una disputa inédita para el peronismo, 36 años después de la interna entre Carlos Menem y Antonio Cafiero aunque en ese caso para dirimir la candidatura presidencial y no partidaria. Las estimaciones, más allá de la dificultad para calcular, fijan un piso de gastos de 500 millones de pesos, entre la impresión de las boletas, el traslado de las urnas, las autoridades de mesa -además de los fiscales, que correrán por cada bando-, la contratación de un sistema para el recuento de votos y el personal para la seguridad.
“Nadie puede saber cuánto van a terminar costando, y lo peor es que vamos a depender de que Milei nos mande la plata”, se lamentó un veterano con recorrido en el PJ, y consideró que el valor podría ser todavía más alto al comparar con la reciente elección en el radicalismo, sólo en la provincia de Buenos Aires, que habría insumido unos 300 millones de pesos.
Referentes peronistas evalúan pedir un adelanto de fondos partidarios, conscientes de que le dejarán servido a la Casa Rosada el argumento para remitir al costo de la disputa interna en medio de las discusiones por el Presupuesto y las prioridades de los gastos, y también recurrir al Gobierno para que el Correo Argentino transmita los datos y la Policía Federal o Gendarmería intervenga en la seguridad de la elección.
Aun con todas esas dificultades, desde ambos campamentos descuentan que con el cierre del sábado quedó clausurada la posibilidad de un acuerdo para evitar la pulseada y que habrá competencia, con el intento de Quintela para que en todo caso se postergue para dar más tiempo a la organización.
“Ya está, el Gitano ahora quiere pelear. Por más que pierda, le viene bien. Y Cristina va a seguir con esta locura que armó, para decir que le ganó a Kicillof”, remitieron del lado de Quintela a la pulseada entre la ex presidenta y el gobernador bonaerense, con consecuencias imprevisibles para el peronismo y la gestión en el principal distrito del país.
“Ni Mandrake puede armar bien algo así en un mes. Corremos el riesgo de que salga un desquicio que termine en Servini de Cubría”, aludieron a la jueza con competencia electoral ante la chance de la judicialización.
Axel Kicillof encabezó un acto en Berisso, por el 17 de octubre. Foto: Fernando de la Orden.“Hay que hacer la elección, liquidarla ahora y que pase rápido. El año que viene es imposible, no se puede pisar con las legislativas. No hay que dramatizar, con el resultado puesto hay que sentarse a hablar y listo”, contrapuso uno de los referentes de la lista de Cristina.
Desde ese sector relativizaron el costo y las dificultades de la logística, con el argumento de que en buena medida se ocuparán los PJ provinciales. “Si ponen tantos peros será porque no quieren hacerlas”, apuntaron a Quintela, y marcaron que el gobernador riojano no consiguió armar la lista con intendentes relevantes de la provincia de Buenos Aires: “Los que juegan con Axel a lo mejor lo empujan por abajo, pero ninguno pone la carita”.
En La Rioja reconocieron que no lograron “tanto volumen político” y lo adjudicaron en parte a la presión de los referentes de Cristina Kirchner para que no integren la nómina de Quintela y al doble discurso de algunos dirigentes del conurbano: “Unas horas antes nos decían que ya no querían estar con ella y terminaron en su lista”.
En la boleta de la ex presidenta irán como vices los jefes de bloque José Mayans y Germán Martínez, la ex gobernadora catamarqueña Lucía Corpacci, Mariel Fernández -intendenta de Moreno- y Ricardo Pignanelli, titular de SMATA. Entre los consejeros estarán Vanesa Siley, Juan Manzur, Teresa García, Wado de Pedro, Agustina Propato, Abel Furlán, Paula Penacca, Víctor Santamaría, Mayra Mendoza, Agustín Rossi y José Luis Gioja.
Quintela tendrá como vices a Magda Ayala (intendenta de Barranqueras, Chaco), el ex mandatario puntano Alberto Rodríguez Saá, Mariana Gadea (secretaria gremial de UPCN), el legislador tucumano Roque Alvarez y Alba Sánchez, jefa comunal de La Viña, Salta. Como consejeros irán Victoria Tolosa Paz, Eugenia Alianiello, Gastón Harispe, Cacho Alvarez, Olga Ruitort, Alberto Pérez, Ayelén Massina, Gustavo Aguilera y Santiago Cafiero, entre otros.
Una de las discusiones pasará por la cantidad de lugares de votación. Desde el sector de Cristina calculan unas 6.000 urnas, del lado de Quintela lo consideran insuficiente y reclaman unas 100.000. “Vamos a pedir una reunión a la Junta Electoral para garantizar la transparencia y la participación. Queremos ver si están los elementos operativos para que puedan votar los peronistas del interior profundo de la Argentina, que desde hace décadas están invisibilizados”, dijo a este diario Jorge Yoma, uno de los apoderados del riojano con Daniel Llermanos -ligado a los Moyano- y el santafesino Leandro Busatto. En el Instituto Patria lo atribuyeron a pretextos para “embarrar” la elección.