El sábado a las 19, Javier Milei –tal como adelantó Clarín– encabezará el cambio de nombre del Centro Cultural Kirchner en el viejo Palacio de Correos, que ahora se llama Palacio Libertad. El nombre elegido, ya era un dato conocido, será Centro Cultural Domingo F. Sarmiento. La fecha elegida no es casual. Este sábado se cumplen 150 años de la presidencia del prócer sanjuanino, a quien –como suele recordar el Presidente– también llamaban «el loco». En los próximos días o acaso horas, además, se oficializará por decreto que la secretaría de Cultura deje de pertenecer al ministerio de Capital Humano para depender directamente de Presidencia.
En julio había trascendido la voluntad del Gobierno de traspasar la secretaría de Cultura, a cargo del productor teatral Leonardo Cifelli a la secretaría general de Presidencia. Finalmente, Milei optó por dejar bajo su órbita y sin intermediarios a una Cartera sensible, que en el oficialismo piensan como un resorte fundamental para impulsar la «batalla cultural» que tanto los desvela.
Será la séptima secretaría que dependerá directamente de Presidencia, además de la secretaría general (a cargo de Karina Milei); Legal y Técnica (Javier Herrera Bravo) Comunicación (Manuel Adorni); Prensa (Eduardo Serenellini); la SIDE (Sergio Neiffert) y Planeamiento Estratégico (María Izárzabal Murphy). Solo los primeros tres tienen rango de ministro. Cifelli permanecerá en el cargo, pero como un secretario raso.
El secretario de Cultura de la Nación, Leonardo Cifelli, y la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei. Foto: Instagram.Si bien la hermana del Presidente no administrará el área desde lo formal, como se había pensado en un principio, controlará la secretaría, que permanecerá bajo su tutela. Los 25 museos nacionales desperdigados en todo el país (y para los que convocará a concursos públicos para elegir nuevos directores) y los antiguos espacios del INCAA resultan una plataforma que el Gobierno quiere usar para seguir forjando su propio relato.
El secretario de Cultura visitó este jueves la comisión de Cultura de Diputados y se refirió al traspaso, aunque dio por sentado que la hermana del Presidente será su jefa, incluso en el organigrama. «Bajo la Secretaría General de la Presidencia, a cargo de Karina Milei, vamos a profundizar la presencia argentina en el mercado internacional trabajando en conjunto con Cancillería, la Agencia Argentina de Inversiones y Marca País», expuso el funcionario.
Cifelli brindó un diagnóstico lapidario sobre el estado en que encontró la secretaría. “La batalla cultural que tuvimos que enfrentar fue gigantesca. Había una industria que creía que la Cultura no podía sostenerse si no era con la ayuda del Estado. Esa creencia nos dejó una Secretaría de Cultura con una deuda superior a los $7000 millones», dijo.
El sábado, en un escenario convulsionado tras el blindaje de Diputados al veto presidencial y con tomas de 15 universidades y un paro que el Gobierno minimiza, el jefe de Estado no hablará en la explanada del monumento histórico. Lo hará puertas adentro del edificio, en el imponente auditorio conocido como ballena azul, donde también se presentará el coro polifónico nacional.
En las próximas horas cubrirán con una banderola el nombre labrado en piedra de la fachada del ex CCK.
El Gobierno vuelve a desafiar al Congreso, puesto que el nombre del centro cultural fue designado por ley. Mauricio Macri y Hernán Lombardi, en 2016, debieron resignarse. A Milei, como expuso en X, las formas le interesan menos, aunque el destino de la iniciativa puede terminar en Tribunales. «Claramente el acto tendrá olor a traspaso oficial», conceden funcionarios del Gobierno.
Más allá de que el Presidente volverá a dar un discurso político apenas dos semanas después de presentar el partido nacional de La Libertad Avanza en Parque Lezama y 72 horas después de blindar el veto contra el financiamiento universitario y cosechar el rebote de los bonos y el índice más bajo del riesgo país desde su asunción, la gran protagonista de la velada será su hermana, que sigue sumando poder.
Integra el triángulo de hierro del jefe de Estado, junto con Santiago Caputo, influye en la estrategia política del Gobierno, le pone distancia a Mauricio Macri, tiene intervenida la Cancillería, supervisa al vocero presidencial y al presidente de Diputados y preside LLA. El sábado estuvo en Santiago del Estero y en el Gobierno ya la miden, aunque sus números por ahora no son auspiciosos.
Este viernes, feriado, la secretaria general de Presidencia visitará La Plata para bendecir la presentación en sociedad de La Libertad Avanza en la Provincia, que presidirá el armador bonaerense y subsecretario de Integración Sociourbana Sebastián Pareja.
El acto será una semana después de los piedrazos de militantes estudiantiles a legisladores bonaerenses y al subsecretario de Política Universitaria Alejandro Álvarez. En la víspera Martín Menem -vicepresidente de LLA- viajó a Santa Cruz para inaugurar un local partidario que históricamente funcionó como una unidad básica de Néstor y Cristina Kirchner, en sus inicios, en la calle Kirchner 1275.
En el acto en la capital bonaerense será de la partida la presidenta del bloque porteño de la Legislatura y flamante titular del partido en la Ciudad, Pilar Ramírez, que mantiene su reclamo para que Jorge Macri interceda y reconozca en la legislatura el bloque «oficial» que se disputa el nombre LLA con Ramiro Marra.
«A Karina no le importa otra cosa, por eso le votaron en contra el código urbanístico«, razonan las espadas legislativas del PRO en la Ciudad que miran de cerca los movimientos de Patricia Bullrich que ordenó a sus legisladores alinearse con los de la hermana del Presidente, como paso previo a la fusión que ya concretó en la Provincia.