No sólo los bloques llamados dialoguistas decidieron no apurar en Diputados el tratamiento del mega DNU ya rechazado por el Senado. Tampoco Unión por la Patria avanzará por el momento con el intento para completar la derogación. Sin los votos como para garantizar un resultado en contra del decreto, el kirchnerismo no pedirá una sesión para presionar al oficialismo, como sucedía en la Cámara alta.
Por las cuentas preliminares en Diputados según lo que fueron expresando desde los distintos espacios y en las conversaciones en privado, y el clima de los últimos días más inclinado a la negociación de buena parte de la oposición, el bloque presidido por Germán Martínez dejará para más adelante la eventual celeridad para llevar el tema al recinto.
De acuerdo con la mirada en Unión por la Patria, los próximos 20 días serán de acotada actividad en la Cámara baja. Con reuniones constitutivas para elegir autoridades de algunas comisiones y sin sesiones a la vista.
Las dos semanas siguientes serán “cortas”, con los feriados de Semana Santa y el Día del Veterano y los Caídos en Malvinas, lo que según la mirada en UxP funcionará como otro factor a favor del freno al tratamiento que beneficia al Gobierno. Para que un DNU deje de tener vigencia se necesita el rechazo de las dos Cámaras del Congreso.
Si los bloques más refractarios al decreto reunieran los votos -entre el kirchnerismo y la izquierda suman 104 diputados, 25 menos que los necesarios para el quórum-, empujarían la sesión más allá de la voluntad del oficialismo. Mientras tanto, se dedicarán a juntar posiciones en contra. En silencio, conscientes de que para el resto funciona como una barrera quedar detrás de la estrategia de Unión por la Patria.
“El plan del Gobierno es que el DNU no se trate, eso implica actividad parlamentaria cero. Nosotros tenemos que seguir juntando votito por votito, como en el Senado”, decidieron en el bloque en el que confluyen kirchneristas, peronistas, renovadores, legisladores que responden a gobernadores y otros de origen sindical, por ahora sin más desprendimientos que los tres salteños, primero, y luego otros tres tucumanos, desde la asunción de Javier Milei.
“Todas las semanas tenés una coyuntura distinta, para que en determinado momento podamos avanzar”, completaron, atentos a la relación y las negociaciones entre la Casa Rosada y los gobernadores, y remarcaron que en el Senado pasaron 50 días entre el primer pedido de sesión a Victoria Villarruel y la votación de este jueves, en la que se impuso el rechazo por 42 a 25, con cuatro abstenciones. Ahora también evitarán precipitarse.
Radicales y federales, sin apuro
El escenario en la Cámara alta no necesariamente se traducirá linealmente en Diputados. Como contó Clarín, ya en la misma jornada del debate en el Senado integrantes de los bloques “dialoguistas” adelantaron que no apurarían el tratamiento del DNU dictado por Milei para reformar el Estado y desregular la economía.
Desde Hacemos Coalición Federal y el radicalismo le abrieron al Gobierno una salida al promover el debate de proyectos de leyes en espejo al DNU o el camino de las “ratificaciones parciales” para eludir otro paso en falso que consume la derogación. Desde la Coalición Cívica aseguraron que priorizarán la nueva fórmula de movilidad jubilatoria. El PRO, aliado de La Libertad Avanza, presentó iniciativas con los puntos de la reforma laboral contemplados en el decreto. Algo similar hicieron Oscar Agost Carreño y Ricardo López Murphy, de Hacemos Coalición Federal.
Desde el oficialismo, Martín Menem reforzó el propósito del Gobierno de trazar una línea divisoria sin matices, con el foco en los bloques con posiciones intermedias. “No hay lugar para tibios. Cualquier decisión contra el DNU es hacerle el juego al kirchnerismo. No hay avenida del medio acá”, apuntó el titular de Diputados en radio Rivadavia.
Más allá de que los bloques “dialoguistas” no apurarán el tratamiento, en Unión por la Patria se mostraron con expectativas por las discusiones internas en cada uno de los espacios. En el radicalismo un grupo de diputados referenciados en Facundo Manes y Martín Lousteau se inclina a rechazar el DNU. También los dos socialistas santafesinos y la cordobesa Natalia De la Sota en Hacemos Coalición Federal. Entre los legisladores que responden a los gobernadores, podrían votar en contra los dos de Santa Cruz y un neuquino.