El choque múltiple del viernes 19 de septiembre en el puente General Belgrano abrió una serie de interrogantes y, en redes sociales, no pasó desapercibida las dos caras de una tragedia: entre la muerte de un hombre y su pasado delictivo.
Todo parecía transcurrir con normalidad el último día hábil de la tercera semana de septiembre. Sin embargo, la tragedia cruzó el viaducto interprovincial y se cobró la vida de un hombre. No fue sin antes provocar un impresionante siniestro vial sobre el cruce, uno de los más impactantes en el último tiempo, que desencadenó casi diez horas de demoras en el puente, heridos y vehículos que quedaron aplastados, como papel arrugado.
Pocos minutos después de las 22, de ese mismo viernes, se confirmó el fallecimiento de Juan Carlos Pérez, de 57 años, un hombre que viajaba a bordo de su motocicleta y quedó involucrado en la vehemente colisión. En ese contexto, lo que parecía transformarse en una situación de conmoción generalizada rápidamente tomó un giro inesperado.
Fue a partir de que trascendiera el amplio historial delictivo del único fallecido aquel viernes «negro», donde la tragedia cruzó el puente y por poco no se cobró otras vidas. La información inicial daba cuenta de que el motociclista se dirigía hacia su trabajo, en una verdulería, en Resistencia, aunque un detalle cambió completamente la escena, sobre todo en redes sociales, donde los usuarios pasaron rápidamente de la conmoción a la bronca.
Fuentes policiales confirmaron a EL LIBERTADOR que «Pirulo», alias por el cual se lo conocía, era un delincuente con un amplio historial por robos y hurtos tanto en Corrientes como en el Chaco. Al momento de su fallecimiento, aún contaba con un pedido de captura activo emitido por la Justicia chaqueña.
La noticia de la muerte de Pérez y su pasado delictivo no tardó en explotar en las redes sociales y, por supuesto, generó un fuerte debate. Numerosos usuarios reaccionaron compartiendo sus propias experiencias y acusaciones contra Pérez, a quien identificaron como el autor de robos de teléfonos celulares, a menudo con métodos violentos. «A mi hija le pidió agua, la empujó y le arrebató el celular. Le rompió los labios», comentó un usuario en Facebook, reflejando el sentir de muchos que fueron damnificados por sus acciones.
El debate, entonces, pasó a las plataformas online. Pérez era padre de tres hijas y, luego de su muerte, una de ellas lo despidió con emotivos mensajes en los que expresó su dolor. «Te amo pa, me dejaste papito, pero te voy a amar por siempre. Cómo te voy a extrañar hasta el día que decidas llevarme con vos. Fuiste el mejor, gracias por todo lo que diste por mí», publicó la joven.
Con ese panorama, los comentarios no tardaron en llegar y la joven se despachó contra quienes criticaban a su padre. «A mi viejo le encantaba robar, y saben que se va contento porque a cuantos les hicimos sus celulares y disfrutábamos», dijo, y advirtió: «Ahora me va a tocar a mí, para que me escuche y esté por todos lados mi foto. La hija de Pérez soy y soy bien Pérez(…) La opinión de los demás ni me interesa. Sé que mi papá me va a dar ese don también para que sea bien así como es».
Otros usuarios, por su parte, cuestionaron si la muerte lo exime de las culpas de los delitos cometidos, y la discusión quedó abierta. Lo cierto es que la problemática, más allá de las interacciones online, pasa también por un puente interprovincial que acumula muertes, entre quienes se quitan la vida y, ahora, se sumó uno por siniestros viales. El cruce a la vecina provincia del Chaco, además, pareciera convertirse en una aventura, donde cada conductor y sus acompañantes pueden pasar largos minutos debido a los múltiples siniestros o desperfectos mecánicos que ocurren sobre el viaducto, que en esta instancia del año evidenciaron un exponencial crecimiento.
Viernes negro
El siniestro vial en cadena ocurrido el viernes 19, en el acceso chaqueño del puente General Belgrano, dejó un saldo de un fallecido y varios heridos, mientras que el tránsito permaneció interrumpido por aproximadamente nueve horas.
Se trató de un hecho que involucró a 15 vehículos de distintos tipos, incluidos camiones, autos, motocicletas, furgones y un colectivo con pasajeros, que resultaron ilesos. Los heridos fueron trasladados al hospital Escuela de la Capital, donde cuatro de ellos recibieron el alta al día siguiente, menos Pérez, que ese mismo viernes falleció.
Fue en inmediaciones del barrio Pescador, y requirió un amplio operativo de emergencia con Bomberos Voluntarios, ambulancias de Corrientes y Chaco, Policía Caminera, la Comisaría Primera de Barranqueras, peritos de Criminalística y efectivos de Gendarmería Nacional.
La magnitud del siniestro provocó demoras prolongadas de hasta 10 horas y caos vehicular en la principal vía de conexión entre Corrientes y el Chaco.