Tras el anuncio de Luis Caputo, Clarín consultó a algunos economistas para tratar de vislumbrar cómo sigue el camino para alcanzar, igual, la meta de equilibrio fiscal que prometió anoche cumplir el ministro de Economía
Para Fernando Marull, “es imposible compensar la pérdida de ingresos que supone la eliminación del capítulo fiscal. Es el 1,8% del PBI lo que queda afuera. Suena a que alguien va a tener que ajustar de más. Otra lectura es que no tenían los votos”.
“Supongo que presentarán un paquete nuevo, compensarán el gasto por otro lado y subirán algunos otros impuestos. Van a tener que presentar algo nuevo, pero aún no queda claro”, dice Fausto Spotorno. «Al retirar estas medidas, el paquete que supone un ajuste de cinco puntos del PBI se quedaría corto en un punto y medio. Con lo cual por ahora tendríamos un ajuste de 3,5 puntos, que alcanzan para ir a un equilibrio primario, levemente superavitario, que igual es un gran avance, pero el objetivo de dos puntos de superávit primario acordado con el FMI requerirá algunas medidas adicionales».
Matías Surt, de la consultora Invecq. “Había líneas del paquete fiscal que estaban bastante subestimadas, principalmente el ajuste de jubilaciones y pensiones. Yo creo que si no se modifica eso y queda la fórmula vigente, con la inflación que vamos a tener pueden ajustar más de un punto del PBI, diría que casi un punto y medio, cuando ellos en el cuadrito fiscal ponían 0,4%, Con el impuesto PAIS pueden recaudar un poco más de 0,8%. El ajuste fiscal se va a transformar en algo más rústico de lo que ya era y va a descansar más sobre la licuación de ciertas partidas del gasto. El problema de esto es que eso funciona en los próximos meses, además de que va a generar mayor tensión social y política por la licuación de todo ese gasto. Es poco sostenible porque si en algún momento empezara a bajar la inflación se revierte ese ajuste, especialmente porque las jubilaciones empiezan a rebotar. Y en algún momento van a tener que debatir la reforma de la ley de movilidad y si hoy les está costando no se si dentro de cuatro o seis meses va a ser más fácil”.
Salvador Vitelli señala que esto “le agrega debilidad a las cuentas públicas. Va a haber incertidumbre en los inversores el día lunes con respecto a la convergencia fiscal, que para el programa económico es todo. Deberíamos ya no pensar en déficit financiero cero sino en déficit primario cero y que al mismo tiempo deberían compensar estas partidas que están perdiendo con mayores ajustes discrecionales, como pueden ser las transferencias a las provincias. El ajuste ahora va a venir de algo más discrecional que de algo legislado como estaba planeado. Esto también refleja una debilidad política, porque el ajuste hecho por decreto le agrega tensión porque no tiene el backup de que el ajuste lo está apoyando el Congreso. La prioridad a la que están apuntando es que salga la ley, pero en definitiva esta concesión de todo el paquete fiscal le agrega debilidades a todas las cuentas públicas”.
Por su parte, Gabriel Caamaño Gómez sentenció que el Gobierno tuvo que retroceder porque se complicó mucho con gobernadores y legisladores. “Tuvo que retirar esta parte para no terminar cediendo mucho más o aceptando una derrota en el Congreso.
— Cómo imagina que va a recuperar lo que cedió ahora?
— Está diciendo que va ajustar más gasto, pero lo cierto es que a las provincias no tiene mucho con qué correrlas porque lo que les puede ajustar ya estaba en el paquete de ajuste. El Gobierno tendrá que ajustar gastos de ejecución nacional. Igual está claro que bajar gasto es más lento que subir impuestos. En consecuencia el frente fiscal va a avanzar más lento. Veremos cómo les hace pagar una parte del costo a las Provincias