Faltan 30 segundos para que Chicago Bulls se quede una una trabajada victoria frente a Minnesota Timberwolves. El resultado aún es incierto (y lo de menos), de hecho el partido se definirá por apenas dos puntos, pero los Toros ya ganaron: tanto, que el público y los jugadores que ocupan el banco de suplentes del local en el United Center se ponen de pie y le regalan una ovación a Lonzo Ball, el renacido que regresó al básquet después de 1.082 días afuera de las canchas.
Pasaron 200 partidos, decenas de inyecciones y cuatro operaciones para que, finalmente, el base de 1,98 volviera a jugar este miércoles con los Bulls. Un calvario de lesiones que le tuvo lejos de las canchas durante más de casi tres años.
El número 2 del draft de 2017, tuvo 15 minutos en el amistoso de pretemporada en el que el equipo que forjó la leyenda de Michael Jordan le ganó por 125-123 a los Minnesota Timberwolves.
Pasaron 1.006 días para que Lonzo Ball volviera a las canchas. Sin embargo, pocos (nadie, digamos) apostaba a verlo otra vez sobre jugando, tirando de 3 y penetrando en un partido de básquet profesional.
Lonzo Ball vivió su noche de gloria en el United Center. Foto: ReuterBall jugó su último partido con los Bulls el 14 de enero de 2002. Al principio, todo indicaba que se había roto los meniscos y estaría afuera del equipo cerca de dos meses. Sin embargo, lo que vivió fue un calvario. Debió atravesar tres artroscopias que no tuvieron el efecto deseado y, más de un año después, en marzo del 23 se sometió a un trasplante de cartílagos.
Si hay un nombre para rescatar es el del cirujano de los Bulls, Brian Cole, que aplicó un procedimiento innovador para que el basquetbolista se recupera. Sin embargo, no hay que cantar victoria. Es que, quizá le cueste a Ball jugar dos partidos al hilo o sumar muchos minutos.
El coach de los Bulls, Billy Donovan, deberá monitorearlo con todo el equipo médico. “Creo que estuvo genial, de verdad”, dijo Donovan. “Habló de recuperar su ritmo y su sincronización. Hay muchas cosas que hace en el juego que no requieren su rodilla o su cuerpo; usa mucho su cerebro. Creo que se movió muy, muy bien. Al verlo en defensa, haciendo cortinas, jugar en pick and roll… creo que hizo un gran trabajo en todas esas cosas. Veremos cómo responde, pero para mí personalmente es genial poder verlo volver a la cancha y jugar tan bien como lo hizo. Puede ser un jugador muy productivo durante los minutos que se le asignan”.
No había antecedentes de un jugador de elite que volviera a la alta competencia tras semejante calvario. Sin embargo, dos años con 9 meses y dos días más tarde, Lorenzo Ball volvió a jugar en Chicago Bulls.
Y se mostró en buena forma: Ball logró 10 puntos (4 de 6 en tiros, 2 de 4 en triples) un rebote, una asistencia, un tapón y un robo. Este fue su primer partido con los Bulls desde aquel 14 de enero de 2022.
“Me sentí mucho mejor jugando, eso lo puedo decir”, dijo Ball después de anotar 10 puntos con un par de triples en 15 minutos. “Realmente no puedo expresar con palabras cómo me sentí allí. Me siento bendecido. Mucha gente me ayudó a llegar aquí, no solo yo. Solo ver a la multitud y todo el amor que recibo de la ciudad es algo que no se puede replicar de ninguna manera. Y es real. Así que aprecio a todos”, siguió emocionado.
Después del partido, los jugadores tuvieron su momento íntimo. «Hoy es un día especial, independientemente del resultado. Y es porque Lonzo está de regreso. Ha sido una bendición ser parte de tu viaje. Muchos de nosotros estuvimos acá viéndote superar altibajos. Sé que ha sido una noche increíble para tí», le dijo Coby White, uno de los líderes del equipo, y le regaló la pelota del partido.