En la entrevista con la corresponsal de la BBC, Javier Milei dijo que las jubilaciones “de US$ 80, pasaron a ser de US$ 200. ¿A dónde está el ajuste, entonces?”, se autopreguntó el Presidente.
Resulta llamativo que el Presidente-economista haya caído en la “ilusión monetaria” de considerar valores nominales y no tomar en cuenta si esa variación de las jubilaciones, en pesos o en dólares, aumentó o no el poder de compra de las jubilaciones y pensiones.
Es que, tras la devaluación de diciembre, el valor del dólar se mantuvo casi sin cambios, lo que produjo una «inflación en dólares» y en mayor medida en los precios de la mayoría de los alimentos, bienes y servicios. En dólares, buena parte de los bienes de consumo domésticos son más caros en el país que en el exterior.
¿De aquí se puede inferir que las jubilaciones y los salarios no sufrieron ningún ajuste y tengan un mayor poder de compra durante la actual gestión de Javier Milei?
A marzo, la inflación fue del 51,6%. Con un 10,8% en abril y un 9% en mayo (estimación del REM- Relevamiento de Expectativas del Mercado del Banco Central), el IPC en mayo sumaría el 83,1% o un poco menos si finalmente el de abril se ubica debajo del 10%.
Para los jubilados y pensionados con bonos el aumento acumulado a mayo es del 61,9%. Esto se debe a que el ingreso mínimo sumaría un total de $ 260.141 versus $ 160.712 de diciembre 2023.
La PUAM pasó de $ 139.570 a $ 222.113 un incremento del 59,14%.
Las PNC pasaron de $ 128.999 a $ 203.099: un incremento del 57,44%
Estos 3 sectores de jubilados y pensionados –con una caída del poder de compra de entre el 11,6% y 14%– representan casi el 70% del total de beneficiarios del Régimen General; 5,4 millones de beneficiarios.
En tanto, con el 11% de aumento en mayo, los jubilados y pensionados sin bonos que recibieron plenamente los aumentos (27,18% en marzo, 27,4% en abril y 11% en mayo) acumularán en 5 meses un incremento del 79,85%.
Los jubilados docentes nacionales y docentes universitarios (200.000 beneficiarios) no tuvieron en abril ningún aumento y tampoco en mayo porque se rigen por un régimen especial con aumentos trimestrales, en marzo, junio, septiembre y diciembre. A mayo acumulan una pérdida del orden del 30%.
En distintos porcentajes, en los 5 primeros meses continua la caída del poder de compra de los jubilados y pensionados, por encima de la fuerte caída de los últimos 7 años.
En consecuencia, con el nuevo esquema, a mayo y con los distintos niveles las jubilaciones – con mayor énfasis los haberes más bajos- siguieron perdiendo varios puntos en relación a la inflación por encima de la fuerte pérdida que tuvieron durante los gobiernos de Mauricio Macri y Alberto Fernández y en estos primeros meses del nuevo Gobierno.
En junio, las jubilaciones se ajustarán por la inflación de abril, momento en que se comparará con el resultado que arroje la fórmula del Gobierno anterior (salarios más recaudación) y de ambos se otorgará el aumento mayor. Se descuenta que por la recesión y la caída de los salarios, el aumento por inflación de abril, mayo y junio será superior.
Luego, la fórmula de AF deja de existir y a partir julio el aumento dependerá de la inflación de 2 meses anteriores. (en julio se ajusta por el IPC de mayo). De aquí se desprende que no habrá una recomposición ni siquiera parcial en relación a la fuerte pérdida que tuvieron todas las jubilaciones y pensiones durante los últimos 7 años hasta junio 2025 que llega hasta casi el 60%.
Esta caída de los haberes reales también se verifica en la licuación del gasto previsionall en las cuentas públicas, medida en base Caja o por el devengado. Los gastos de jubilaciones y sociales son los que más contribuyeron a la caída del gasto público.
SN