Los estadounidenses están cerca de concretar la venta de su paquete accionario al banquero catarí Jassim bin Hamad Al Thani por 7.000 millones de euros.
La muy probable venta del paquete accionario de Manchester United no ha logrado aplacar las protestas de grupos organizados de simpatizantes de los Diablos Rojos, que en estas horas volvieron a la carga para exigir una salida sin condiciones de la familia Glazer, propietaria de la institución desde 2005 y señalada como responsable del declive del gigante inglés.
Los Glazer comunicaron su decisión de poner en venta el paquete accionario del United en noviembre del año pasado, aunque el período de presentación de ofertas se abrió en febrero. La puja se ha reducido a dos grandes jugadores: Jim Ratcliffe, el hombre más rico del Reino Unido, que ya a mediados de enero había anunciado su voluntad de quedarse con el club, y el banquero qatarí Jassim bin Hamad Al Thani.
Hamad al-Thani, presidente del Banco Islámico de Qatar (el segundo más grande de ese país), fue mejorando su oferta hasta llegar a alrededor de 7.000 millones de euros por la totalidad de las acciones, una cifra jamás alcanzada para la compra de un equipo de cualquier deporte profesional. En tanto, la intención del Grupo Ineos, de Jim Ratcliffe, es adquirir una mayoría accionaria y así mantener alguna representación de los actuales dueños.
Dos integrantes caracterizados de esa fracción de simpatizantes, que prefirieron mantener sus nombres en reserva, aseguraron en declaraciones reproducidas en el podcast How To Buy A Football Club, de la BBC, que los actuales propietarios habían hecho “un daño incalculable y generacional” al United y que por ello consideraban que su desvinculación del club debía ser total e incondicional.
“Muchos aficionados del United estarían encantados de que el equipo descendiera si eso significara que la familia Glazer se fuera”, aventuró uno de los simpatizantes citados por la BBC, quien recordó que cuando la familia Glazer había adquirido el paquete accionario, un grupo de hinchas había fundado un nuevo club, el United of Manchester. “Esa es la fuerza del sentimiento”, enfatizó. Y añadió: “Los aficionados de otros clubes pueden decir que somos privilegiados, pero no les gustaría que los Glazer dirigieran su club”.
Si bien se esperaba que la venta se efectuara antes del final de la pasada temporada, el proceso, del que está encargado el fondo de inversión Raine Group, se ha alargado más de lo previsto e incluso se especula que la resolución podría llegar recién sobre el final de la campaña 2023/24. “No nos sorprende (la demora). Es una adquisición de 6.000 millones de libras y tenés que complacer a seis hermanos Glazer. Llevamos ocho meses. Es frustrante, pero podría llevar un año más. Podrían ser 18 meses en total”, lamentó uno de los simpatizantes consultados por la BBC.
La gestión de los Glazer se remonta a mayo de 2005, cuando Malcolm, el patriarca de la familia, realizó una inversión inicial de 800 millones de libras (1.500 millones de dólares en ese entonces) para quedarse con el club de Old Trafford. Tras su fallecimiento, en mayo de 2014, tomaron la posta sus hijos Avram y Joel, cuya administración coincidió con una época de vacas flacas: desde la salida de Alex Ferguson al final de la temporada 2012/13, el United ha ganado cinco títulos, poco para una institución de sus quilates, y no ha podido alzar el trofeo de la Premier League ni el de la Champions League.
Manchester United, el equipo más ganador en la historia de la primera división inglesa (logró 20 títulos, contra 19 de Liverpool), es además el segundo club más valioso del planeta, de acuerdo con el ranking que anualmente confecciona la revista especializada Forbes: a fines de mayo fue cotizado en 6.000 millones de dólares, solo superado por Real Madrid (6.070 millones) y por encima de Barcelona (5.510 millones), Liverpool (5.290 millones) y Manchester City (4.990 millones).