Después del derrumbe de la economía de 6,1% en el primer trimestre algunos indicadores empiezan a mostrar que la caída podría haber tocado piso en abril. Pero la recuperación de la actividad será lenta: con el formato V descartado, ahora los economistas acomodan los pronósticos entre la pipa de Nike y un formato de U.
El formato de «V» era el que más entusiasmaba al Gobierno, pero la realidad está revelar otra cosa. «Los indicadores de avance de abril empiezan a mostrar un freno en la caída de la actividad, aunque lo hacen desde niveles muy bajos. Se trata de una buena noticia, pero que entendemos habrá que confirmar con el correr de los meses», señalaron desde LCG.
Aún así, destacan que «no hay un motor claro que pueda impulsar un crecimiento futuro en forma de V. Este tipo de recuperación típicamente ocurre luego de un shock de oferta o, ante una caída de la demanda, cuando la inversión tracciona fuerte».
«No vemos probable que la inversión despegue fuerte en el corto plazo porque entendemos que todavía predomina la visión de ‘wait and see’. La aprobación de la Ley Bases podrá generar algún impulso a través del RIGI, pero sin gran relevancia macroeconómica este año. En todo caso podrá servir como punta de lanza para afianzar el proceso de recuperación, pero no mucho más», plantea LCG.
«El consumo seguirá debilitado. Podrá tocar un piso ante la recuperación marginal del salario real, pero difícilmente traccione crecimiento en lo inmediato. Seguimos esperando una caída de la actividad en torno a 4% para este año».
El economista Ricardo Arriazu aseguró días atrás que «el piso se puede haber tocado en marzo», pero «la recuperación tendrá más forma de «U».
«Lo que esperamos es un poco más parecido a la pipa de Nike que a la V corta«, dice el economista Iván Carrino. Y detalla que el proceso duraría 19 meses, que es el promedio de las recuperaciones anteriores. «Vemos que en abril la tasa de crecimiento anualizada es del 7%, pero en su conjunto en el 2024 el PBI habrá caído 2,5%. Se aceleraría la recuperación si el Gobierno lograra aprobar leyes que ayuden a desregular y privatizar la economía. Sin esas leyes, probablemente la recuperación sea algo más lenta».
«No hay una recuperación en V corta y nunca la iba a haber», dice Martín Kalos con contundencia. Explica que la economía hoy se mueve a dos velocidades. «Hay tres sectores que están creciendo: minería, energía y el agro y el resto de los rubros más volcados al mercado interno están tocando fondo y todavía no dan muestras de recuperación. No hay nada el horizonte que levante el mercado interno. El consumo está caído y no tiene por dónde recuperarse».
Fernando Marull, director de FMyA, apunta que «los datos de alta frecuencia de abril son mayoritariamente positivos, sobre todo en consumo, y sumado al agro que comienza a ganar más terreno aún, habría ya un rebote mensual. Esperamos que en el resto del año siga traccionando el agro, con una cosecha que en esta campaña rebotaría 60% anual en cantidades; y también va a permitir un mayor flujo de importaciones».
Para Marull, «los salarios privados y las jubilaciones (que con la nueva fórmula acumula un incremento de 60% entre marzo y abril) irían recuperando más que inflación, y esto es clave puesto que el consumo privado representa 75% del PBI. Por otra parte, la inversión, que representa el 20% PBI, en el corto plazo no va a colaborar y el gasto público, que es casi el 15% del PBI, se va a haber ajustado. Así, estimamos que el PBI en 2024 caiga en promedio 4%».
Sin embargo Kalos señala que «alguna leve recuperación del salario real no alcanza porque el aumento del desempleo y del riesgo de desempleo va a significar que las familias sigan ajustando consumo. En la economía general va a haber una muy leve recuperación hacia fin de año, muy traccionada por agro, minería y energía, pero no por el mercado interno. La industria, la construcción y el comercio van a seguir muy golpeados todo este año».
Desde el Estudio Ferreres agregan que la industria es uno de los sectores más afectados y, hacia adelante, «aún no vemos señales claras de que pueda comenzar una recuperación de la actividad. Entendemos que esto no sucederá antes de que la fase de ajuste focalizada en moderar la inflación dé lugar a una nueva fase orientada a recomponer los ingresos de las familias».
Según Fausto Spotorno, «los datos de actividad de abril son menos malos que los de marzo, pero recién para julio o agosto se podrá ver una recuperación». Más que un repunte en forma de U Spotorno ve el dibujo de una sonrisa. «Saldríamos de todo este proceso en mayo del año que viene. Estamos siguiendo el promedio histórico de las recesiones argentinas que son de 20 meses», declaró en La Nación +.