Los subsidios a la energía (electricidad y gas natural, principalmente) acumularon en el primer cuatrimestre de 2024 unos 1.101 millones de dólares. Se trata de una caída del 63,2% interanual (US$ 2.987 millones el año pasado), lo que le dio margen fiscal al Gobierno para suspender el aumento de tarifas de luz y gas de mayo, sin mayores preocupaciones.
No obstante, el monto apenas volvió a los niveles de 2019 y 2020, según un informe de la consultora Economía & Energía.
La baja se explica por múltiples factores: los aumentos de tarifas que empezaron en febrero y permitieron una mejor recuperación de costos a través del pago de los usuarios, en lugar de la cobertura del Estado nacional; los menores precios de combustibles que se usan en la generación eléctrica; y, sobre todo, la deuda que acumuló el Tesoro con las generadoras eléctricas y las productoras de gas, que superó los US$ 1.250 millones -sin contar Plan Gas- en lo que va del año, según fuentes del sector empresario.
Sin embargo, en las cuentas del Ministerio de Economía, las acreencias de las generadoras llegan tan solo a US$ 313 millones.
«A fin de lograr alcanzar el superávit fiscal y financiero, se verificó una artificial contracción del 63% en los subsidios destinados al sector energético durante el primer cuatrimestre del año. Esta retracción se tradujo en un aumento de la deuda del Estado Nacional con los generadores de energía eléctrica y los productores de gas natural, entre otros. Si bien el aumento de las tarifas de energía eléctrica y gas natural permitirá disminuir los subsidios a la energía durante el presente año, los incrementos dispuestos están lejos de posibilitar la eliminación de las transferencias del Tesoro», explicó la consultora que dirigen Nicolás Arceo y Patricia Charvay.
Durante abril, el Gobierno incrementó las transferencias de recursos a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) hasta los US$ 336 millones, frente a los US$ 297 millones que se habían transferido durante el primer trimestre del año. Evitar nuevos retrasos implicará una mayor transferencia de recursos, indicó Economía & Energía.
La consultora Geres, en tanto, observó que en abril se disminuyó el ritmo de contracción en los subsidios hasta el 38,1% interanual, luego de haberse desplomado hasta 73,8% en marzo.
«El 57,7% de los subsidios energéticos ejecutados en el primer cuatrimestre de 2024 fueron a Cammesa, el 39,7% a Energía Argentina (Enarsa), 1,2% a Plan Gas y 1,2% a Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT). La deuda flotante del ejercicio 2024 alcanzó los $ 1.991 millones al 30 de abril, monto que implica una disminución de $ 64.654 M con respecto al mes anterior. Sin embargo, existe deuda sin registrar en el presupuesto por aproximadamente el equivalente a 2000 millones de dólares. La propuesta de cancelarla con títulos públicos -AE38-no evitaría el registro de ese gasto, que impactaría en el devengado aumentando el nivel de subsidios», explicó la firma dirigida por el economista Diego Argibay.
Esta situación configuró un alivio en términos fiscales para el Gobierno, que gracias a esa consolidación pudo postergar por un mes los aumentos previstos de la luz y el gas y elegir como prioridad esta vez la baja de la inflación y «no cargar con más gastos a la clase media», en palabras del ministro de Economía, Luis Caputo.