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Para no ser pobre, una familia ya necesita ingresos por casi medio millón de pesos

El aumento del 25,5% de la inflación en diciembre se hizo sentir en las canastas que arma el INDEC para medir la pobreza en la indigencia.

La Canasta Básica Total (CBT), que mide el umbral de bienes y servicios para que una familia de cuatro integrantes no sea considerada pobre, subió 27% el mes pasado y llegó a $ 495.798.

Mientras que la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que mide únicamente lo que un grupo familiar necesita para alimentarse, saltó 30,1%, a $ 240.679.

El Indice de Precios al Consumidor de diciembre tuvo a los alimentos como uno de los rubros con mayores subas, ya que alcanzó un incremento del 29,7%

Esto fue producto principalmente de las subas en las categorías de aceites (40,5%); carnes y derivados (36,9%); café, té, yerba y tabaco (34,8%) y bebidas no alcohólicas (32,2%).

Esto daba la pauta de que habría un salto considerable en la pobreza y en indigencia. Mientras en el 2023 la inflación marcó 211,1%, la canasta de pobreza trepó 225,1% y la de indigencia 258,2%.

El último dato oficial de pobreza, correspondiente la primer semestre del año pasado, marcó que el 40,1% de la población había caído en esta condición. El próximo dato oficial llegará recién en marzo. Pero los informes privados marcan que el año pasado la pobreza escaló en torno al 43%, lo que dejaría la marca más alta de los últimos 18 años.

Además, la pobreza se hace más fuerte en los menores de 16 años donde el porcentaje alcanza al 57%, según cifras del Indec.

Con datos del primer semestre en el país había 18,5 millones de pobres, si se proyectan los datos de los principales aglomerados urbanos al resto del país. A la vez la indigencia, una subcategoría de la pobreza, golpeaba a 4,3 millones.

La medición de pobreza de la Universidad Di Tella estima una tasa de 42,8% para el segundo semestre del 2023. Con este repunte, la canasta básica toma cada vez más distancia del salario mínimo.

«El salario mínimo en diciembre fue de $ 156.000. Si ambos padres trabajan por el salario mínimo apenas cubrieron el 63% de la canasta básica en diciembre. Trabajar para ser pobres», tuiteó el economista Christian Buteler.

Con los valores ni siquiera tres salarios mínimos son suficientes para cubrir el valor de la canasta básica.

Hacia adelante las proyecciones muestran que lo más probable es que la pobreza siga escalando en 2024. Para enero, la estimación de inflación roza nuevamente el 25%, aunque se registra una desaceleración leve en el precio de los alimentos.

Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central, los principales analistas prevén una inflación del 213% para todo el año.

La escalada de los precios se va a dar en simultáneo con una caída de la actividad más profunda que la del 2023, estimada en 1,5%. Para el 2024, la proyección es que el Producto Bruto Interno se retraerá en torno al 2,8%.

Este fenómeno de inflación alta y recesión empieza a amenazar sobre el empleo. Las proyecciones del REM marcan que podría pasarse este año de una tasa de desocupación del 5,7% a una de 7,5%. La combinación de menor actividad, mayor inflación y empleo en baja actuará como un nuevo disparador de la pobreza.

Para ser de clase media en la Ciudad de Buenos Aires, en diciembre hizo falta un ingreso familiar de entre $ 745.270 hasta $ 2.384.866, según el último informe sobre canastas básicas publicado por la Dirección de Estadística y Censos porteña.

En tanto que para no ser pobre, pero sin poder salir aún de la categoría de «vulnerables», los hogares debieron registrar ingresos entre $ 494.791 y $ 596.216 al mes.

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