Los socialistas y sus aliados de izquierda de la coalición Sumar negocian acuerdos con fuerzas secesionistas para lograr reunir la mayoría parlamentaria para poder seguir gobernando, pero debe hacer equilibrio con las pretensiones de estos grupos.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) negocia a todo vapor una serie de acuerdos con fuerzas independentistas vascas y catalanas para conseguir los votos que le permitan formar nuevamente Gobierno y permanecer en La Moncloa, aunque la llave de esta posibilidad está en manos de Junts per Catalunya (JxC), que intentará poner sobre la mesa otro referendo sobre el estatus de esa comunidad autónoma, dijeron analistas consultados por Télam.
El PSOE del presidente del Gobierno saliente Pedro Sánchez y sus aliados de izquierda de la coalición Sumar hicieron el domingo unas elecciones generales mucho mejores que lo que pronosticaban los sondeos, frustrando el escenario que se daba como más probable, de que el derechista Partido Popular (PP) lograra retornar al poder aliado con la fuerza de extrema derecha Vox.
«La principal lectura de estas elecciones es que hubo un claro fracaso de la derecha, que había generado expectativas de ganar, porque la izquierda resistió mucho mejor de lo que se esperaba, incluso que lo que creían sus propios votantes», dijo Sergio Sevilla, politólogo del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag).
Para el analista, exdiputado por el partido de izquierda Podemos, «la amenaza de un gobierno fascista ha servido para movilizar a una parte del electorado que, sin ir más lejos, en 2019 no fue a votar», y «cuando la asistencia a las urnas es mayor al 70% la izquierda gana», agregó.
En este esquema, Sevilla destacó la «inteligencia política» que demostró Sánchez, cuando al día siguiente de la victoria del PP y Vox en las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, disolvió el Parlamento y adelantó para este 23 de julio las elecciones previstas para diciembre.
«Pedro Sánchez tenía en cuenta las conformación de los Gobiernos en las comunidades autónomas, y lo hizo teniendo en claro que la derecha y la ultraderecha iban a tener que entenderse en lugares como Valencia y otros, y hacer campaña en medio de esas negociaciones. Ahí estuvo la inteligencia política de Sánchez, en saber elegir el momento», amplió.
Sobre las opciones que tiene el PSOE para formar Gobierno en alianza con Sumar y fuerzas regionales, Sevilla destacó que el socialismo sabe que la clave está en JxC, que tiene como único leitmotiv independizar a Cataluña de España y que gobernaba la región cuando ésta declaró su independencia de modo unilateral tras un referendo de autodeterminación ilegal, en 2017.
Las otras fuerzas independentistas que hay en Euskadi (País Vasco) y en otras regiones, son gobierno o aspiran a serlo, como Bildu. Entonces las negociaciones entre un poder central y uno regional son relativamente fáciles, porque tiene que ver con partidas económicas, soportes de gestión y cosas por el estilo», dijo Sevilla.
«En cambio, las aspiraciones de Junts chocan directamente contra lo que propone un partido nacional como el PSOE», señaló.
El escenario de esta coyuntura, dijo Sevilla, es que en este momento el bloque de la izquierda tendría 172 escaños y el de la derecha 171, pero que Sánchez podría retener el poder si a sus apoyos suma la abstención de JxC en la votación de investidura del presidente del Gobierno, que debería suceder luego de que se instale el nuevo Congreso, el 17 de agosto.
«Si hay abstención de los siete diputados de Junts, se resuelve el problema para la izquierda, pero no si votan en contra», dijo.
Entonces, ¿cuál es la moneda de cambio para Junts?
Para Sevilla, el tema puede ser un referendo pactado «sobre un nuevo marco de convivencia, que especifique elementos puntuales de la autonomía catalana, como la que tiene Euskadi» y que «no puede ser vinculante porque implica una reforma de una norma que compete a toda España».
Joaquín Manso, director del diario El Mundo, dijo por su parte que el escenario poselectoral es «de inestabilidad e incertidumbre».
«El PP ha obtenido una victoria insuficiente para tener la mayoría que buscaba Alberto Núñez Feijóo para gobernar en soledad, o en compañía de Vox. Enfrente, Pedro Sánchez ha salido reforzado pese a salir segundo. Su resultado supera las expectativas y no recibe ningún desgaste después de cuatro años gobernando de la mano de Podemos y de los independentistas», analizó.
«En manos de Pedro Sánchez queda ahora la iniciativa política que se resume en dos alternativas. O bien gobernar de la mano de Esquerra, Bildu, el PNV, Sumar y ahora también JxC. O iremos a un escenario de bloqueo y repetición electoral» si es que ni el líder del PSOE ni el del PP logran ser investidos presidente del Gobierno.
«El Partido Popular no ha sido capaz de repetir el éxito de hace unas semanas en las elecciones municipales y autonómicas, porque se ha revelado exitosa la estrategia del presidente del Gobierno de convocar a elecciones inmediatamente después, para poner en evidencia los pactos con Vox», dijo en coincidencia con Sevilla.
Manso destacó que los comicios mostraron que Vox genera un rechazo en el centro del electorado que es mayor que el que puede generar Sánchez con los pactos con los independentistas, y eso ahuyentó a muchos votantes.
Para el politólogo español Alejandro Solís, el PSOE ha quedado en una posición de mayor fuerza para negociar con los partidos independentistas catalanes, incluyendo JxC, ya que estos perdieron muchos escaños en los comicios del domingo y el socialismo, en cambio, arrasó en Cataluña.
«Junts tendrá que cuestionarse su estrategia de no negociar con los partidos ‘españolistas’, como los llaman ellos», dijo.
Solís dijo que los partidos catalanes ya han dicho claramente que prefieren un Gobierno de izquierda al frente del Estado español que uno de derecha y ultraderecha, pero también que pondrán un precio mayor para la investidura, por lo que será más difícil la negociación.
«La carta que van a jugar tanto el PSOE como Sumar para la negociación es la amenaza de una repetición electoral. Es un ‘o lo tomas o lo dejas’. O lo tomas, y se revalida el Gobierno de coalición y apoyas la investidura (de Sánchez), o lo dejas y hay una repetición electoral dentro de seis meses. Junts puede perder más aún y puede haber un Gobierno de derechas» PP-Vox, dijo.
Para Solís, está claro que JxC intentará llegar a un acuerdo para un referendo de independencia de Cataluña, pero el PSOE ya ha sido «meridianamente claro» de que no aceptará ningún pacto que viole la Constitución.
El politólogo dijo que existe un gran consenso en España en torno a que el rey Felipe VI no debe involucrarse mucho en política, más allá de que la Constitución establece que, como jefe de Estado, es el encargado a proponer un candidato a presidente del Gobierno para que sea ratificado en la votación de investidura en el Congreso.
«A no ser que en la ronda de contactos Pedro Sánchez diga al rey que no tiene suficientes apoyos, es poco probable que el rey proponga a Feijóo. No creo que vaya a implicarse en política ni mucho menos», dijo.
Solís dijo no creer que Vox haya incidido en la «victoria con sabor a derrota» del PP.
«Yo creo que una cuestión fundamental es que las encuestas se equivocaban. No había tanto votante del PSOE yéndose hacia el PP. El PP creció porque concentró al electorado de derecha. «Su victoria con sabor a derrota se debe a sí mismo, a una muy mala gestión de las expectativas. No se puede acudir a una campaña electoral asumiendo que va a ser un paseo», agregó.