Después de pagar US$ 2.600 millones de vencimientos de capital la semana pasada, el Gobierno cancelará este lunes intereses trimestrales por US$ 840 millones con el Fondo Monetario y, al igual que en otras operaciones previas, se espera que el compromiso sea afrontado con los yuanes disponibles del swap con China.
El Banco Central recibió luz verde para concretar el pago unos días después de la fecha prevista en el calendario del organismo, que era el miércoles pasado. Los intereses se pagan cada tres meses (febrero, mayo, agosto y noviembre) y el 21 de diciembre está previsto un monto de capital por US$ 900 millones.
Ante la insuficiencia de dólares y DEGs (la moneda que utiliza el Fondo), el acuerdo de intercambio de monedas con China pasó a ocupar un rol clave para financiar el pago de importaciones y deuda externa. Así todo, tras el último pago de capital, las reservas brutas cayeron a US$ 21.800 millones, el nivel más bajo desde 2006.
El Gobierno anunció hace dos semanas la ampliación del swap y la activación de un nuevo tramo de libre disponibilidad de US$ 6.500 millones, aunque aún no se reflejó en las importaciones. Solo se utilizaron US$ 200 millones en el mercado de cambios desde octubre, lo que indicaría la necesidad de administrar los yuanes.
Los intereses vienen en aumento año tras año por la suba de tasas de interés a nivel internacional. Así, cuando el presidente Mauricio Macri tomó el préstamo de US$ 44.000 millones en 2021 o fue renegociado por Martín Guzmán en 2022, el costo financiero era inferior al 1%. Pero luego se fue incrementando por encima del 4%.
Si se suman los sobrecargos por haber contraído una deuda muy superior a la cuota de aporte y por encontrarse en esa situación hace más de 3 años, el costo total que paga la Argentina se ubica por arriba del 8% de interés anual. En marzo, el FMI se negó a bajar las sobretasas, pese al reclamo del gobierno.
Con el pago de este lunes, los intereses cancelados por la Argentina sumarán US$ 3.200 millones en 2023, un monto que representa medio mes de importaciones y que está muy por encima de los US$ 1.280 millones pagados en 2020, US$ 1.350 millones en 2021 y US$ 1.720 millones en 2022.
Para amortiguar el impacto, el Gobierno unificó pagos de capital en junio, julio y octubre, recurrió al swap chino y pidió créditos «puente». Pese a esas medidas, las reservas netas (considerando DEG, sin contar el resto de pasivos del BCRA) empeoraron la semana pasada y cerraron negativas en US$ 10.000 millones, según Ecolatina.
La idea en Economía es sostener el dólar oficial a $ 350 hasta las elecciones. El dólar exportador permitió descomprimir los dólares paralelos y las restricciones a las importaciones ayudaron al Banco Central a hilar 10 ruedas seguidas con saldo positivo en el mercado de cambios, aunque con un menor volumen que la semana previa.
Una vez concluido el balotaje del 19 de noviembre, Argentina deberá retomar la negociación con el Fondo y avanzar en la última revisión del año, cuyo inicio estaba previsto para principios de noviembre. De dicha auditoría, depende el próximo desembolso de US$ 3.300 millones, una incógnita ante el incumplimiento virtual del acuerdo.
Después de devaluar para destrabar un desembolso de US$ 7.500 millones, el Gobierno incrementó el gasto, redujo impuestos y congeló el tipo de cambio oficial así como las tarifas. Esto implicó un mayor desvío de las metas (déficit fiscal, reservas y emisión monetaria) y llevó al FMI a reclamar medidas más «restrictivas».
Ahora, la expectativa cerca de Sergio Massa es sortear los obstáculos con «waivers» (perdones) y renegociar con el organismo. El cronograma hasta enero luce desafiante, con pagos de deuda por un total de US$ 6.000 millones (US$ 3.700 millones al FMI, US$ 800 a organismos y US$ 1.600 millones a bonistas), según Equilibra.
Si bien Economía prevé descongelar el dólar oficial antes de diciembre y reordenar las cuentas en el Presupuesto 2024, las consultoras pronostican una corrección cambiaria, un fuerte ajuste fiscal y más inflación después de los comicios del 19 de noviembre, para apuntalar las reservas y destrabar dólares del Fondo.