Álvaro Arellano
La situación en el sector industrial a nivel nacional y en la región es de incertidumbre. El rebote en “V” que prometió el presidente Javier Mieli no se materializó definitivamente en datos ni tampoco en el bolsillo, pero además comienzan a sumarse dificultades para la financiación que afectan la cadena productiva. La suba de tasas para rendimientos a corto plazo en el mercado, profundizó el encarecimiento de los instrumentos que tienen a disposición las pequeñas y medianas empresas para financiarse. Al costoso acceso al crédito tradicional a través de bancos, ahora también se suma un fuerte encarecimiento para financiarse en el descubierto.
Estos datos que empiezan a asomar como una nueva complicación para el sector productivo, guardan relación con las decisiones que viene tomando el Ministerio de Economía a cargo de Luis Caputo. El final dispuesto para las Lefi (instrumento de absorción de liquidez del sistema bancario y reemplazo de las famosas Leliqs) generó un desarme de billones de pesos que comenzaron a presionar sobre el dólar pero que por otra parte empezaron a encontrar una alternativa más atractiva. Se trata de las famosas cauciones, una operación que se concreta en el mercado bursátil entre privados con plazos más cortos que los de un plazo fijo tradicional.
Este instrumento, que cobró relevancia durante los últimos días, consiste en préstamos de dinero a otros inversores a través de una operación bursátil, con el atractivo de mayor flexibilidad para el cobro y que se puede operar incluso a través de apps financieras. Durante los últimos días las tasas de esta inversión que también operan los bancos, llegaron al 80% anual y las entidades comenzaron a trasladar esa tendencia a quienes financia. En otras palabras, cuando la liquidez se vuelve más cara, los bancos se ponen más cautelosos y defienden su posición de caja.
La consecuencia casi inmediata de todo este escenario se vio reflejada en el costo de los adelantos en cuenta corriente, más conocido como financiamiento al descubierto, utilizado por empresas (grandes y pequeñas) para cumplir con ciertos compromisos ante la falta de liquidez. En paralelo a lo que ocurrió con las cauciones, el financiamiento vía adelantos en cuenta corriente (descubierto) se volvió muchísimo más caro, casi de un día para otro. El Banco Central relevó que durante la semana el salto para financiarse de esta manera pasó del 35,22% al 86,32% nominal anual. Un verdadero dolor de cabeza para quienes tienen que apelar a esta herramienta para cubrir baches de caja.
Esto se suma a los obstáculos que ya tienen las empresas de la región para tomar un crédito para inversión o gasto corriente en medio de un clima de incertidumbre. Al respecto, el presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Rosario (AIM), Rafael Catalano, aseguró: “El crédito tradicional incluso antes de esta suba de las tasas de caución ya se encuentra caro. Nosotros desde fines del año pasado no tenemos aumentos en las listas y sin embargo estamos viendo aumentos de tasas de por lo menos el 3% mensual dependiendo el crédito”.
En términos concretos, y todavía sin un posible traslado que puede darse a partir de la suba en la tasa para las cauciones, el referente industrial dijo: “Tenemos que hablar de entre 35% y casi 50% anual para un crédito con la banca privada, son tasas impagables. Ya las tasas que hay actualmente son impagables, estamos teniendo mucha complejidad con ese tema. Durante un tiempo existieron créditos al 12% anual (anunciados en agroactiva) que desaparecieron”.
Pero no es la única alternativa de financiación compleja para el sector productivo. En ese sentido, Catalano detalló: “No solo se encareció mucho la tasa de financiación productiva sino también las de planes de pago para Afip. Existen las facilidades para financiar el IVA o las leyes laborales por ejemplo y hoy la tasa de esa financiación es muy alta, en algunos casos conviene incluso ir al banco en lugar de financiarse con esas líneas del gobierno”.
Otro factor para seguir con detenimiento es la cadena de pagos. Si bien a nivel local todavía no detectaron un nivel preocupante de cheques rechazados, hay datos nacionales que demandan un seguimiento en el tema. En mayo se registraron 69.341 cheques sin fondos, lo que representa un aumento del 117,6% respecto a noviembre de 2023, según el último informe del Instituto Argentina Grande (IAG).
A propósito del tema, desde la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI) advirtieron por la situación en el sector y apuntaron que en el último bimestre aumentaron 5 puntos porcentuales los atrasos frecuentes, alcanzando el valor más alto de la serie, mientras que los atrasos ocasionales crecieron en 2 puntos porcentuales. En tanto, las interrupciones lo hicieron en un 2%.
Recuperación a medias
El último reporte de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra) graficó la situación del sector durante junio, con una variación interanual de 2,3% en la actividad y un aumento de 0,1% respecto al mes anterior. Mientras tanto, la utilización de la capacidad instalada (UCI) registró un aumento de 2,5 puntos porcentuales con respecto al mismo mes del año previo. Sin embargo, se encuentra en uno de los valores más bajos en términos históricos.
En cuanto al nivel de empleo, se observa una caída en términos interanuales de -2,2%. Con respecto al mes pasado, la cantidad de empleados disminuyó -0,3%.
En relación al comercio exterior, durante mayo (último dato disponible), las importaciones de productos metalúrgicos totalizaron 2.447 millones de dólares, lo que representa un incremento interanual del 38,9%. En términos mensuales, las compras al exterior continúan creciendo a una tasa promedio del 4,8%, tomando como base junio de 2024, cuando se registró el nivel más bajo. Por otro lado, las exportaciones de bienes metalúrgicos alcanzaron un total de 346 millones de dólares, lo que implica una caída del 21,2% en comparación con mayo del año anterior.