Lo hizo durante una conversación que mantuvo en la noche del lunes con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien le planteó el problema del antisemitismo en Internet, y cómo su red social puede prevenir que utilicen bots para amplificar estos discursos.
Musk le respondió que su empresa se puede orientar a imponer «una pequeña cuota mensual por el uso del sistema».
«Es la única forma que se me ocurre para combatir vastos ejércitos de bots», afirmó el empresario, según consignó la agencia de noticias AFP.
Discussion with PM @Netanyahu https://t.co/9rySOeZt2O
— Elon Musk (@elonmusk) September 18, 2023
Los cambios de Musk
El magnate de la tecnología implementó múltiples cambios desde que compró esta plataforma antes conocida como Twitter por 44.000 millones de dólares en octubre de 2022.
Estos cambios de estrategia incluyeron despidos en una primera instancia, después la reinstauración de cuentas prohibidas – como la del expresidente de Estados Unidos Donald Trump– y más recientemente un cambio del nombre de la marca, rebautizada como X.
En julio pasado, Musk había dicho que la empresa había perdido casi la mitad de sus ingresos publicitarios.
En esta red social abundan los bots, que son cuentas gestionadas por programas informáticos y no por personas, que pueden ser usadas para amplificar mensajes políticos o discursos de odio.
Justamente Netanyahu debatió con Musk sobre el tema, durante un foro difundido por X y le planteó el problema del antisemitismo en Internet y las posibilidades de prevenir la utilización de bots.
Al explicar su idea de «pequeña cuota mensual» por el uso del sistema, el empresario explicó que hacer funcionar un bot cuesta una fracción de céntimo, por lo que si alguien tiene que pagar unos pocos dólares por tener un perfil, el costo efectivo de usar un robot de contenido se vuelve muy alto.
«Y además, de esta forma se debe disponer de un nuevo método de pago cada vez que use un nuevo bot»
Las denuncias por antisemitismo en la red social
Musk amenazó hace una semana a la Liga Antidifamación (ADL) con una demanda, después de que esa organización judía lo acusara de permitir la difusión del antisemitismo en la red.
«Para limpiar el nombre de nuestra plataforma en materia de antisemitismo, parece que no tenemos más remedio que presentar una demanda por difamación contra la Liga Antidifamación… ¡oh, qué ironía!», escribió Musk en X.
Algunos observadores recibieron la posibilidad de que la red imponga ese abono con sorpresa.
«Si lo hace realmente, eso va a matar la plataforma. La mayoría de la gente no pagará. Destruiría la plataforma y los ingresos publicitarios de golpe», reaccionó Ed Zitron, patrón de una firma de relaciones con los medios de comunicación y columnista del sitio Business Insider.
«Desde el punto de vista del modelo económico, se podría pensar que es una buena opción para Twitter», porque contrariamente a otras plataformas como Meta, la red de Musk «no ha conseguido hasta ahora implantar un sistema de publicidad exitoso», destacó en cambio Kames Cooper, director de la agencia Business of Apps.
Sin embargo, «el valor de Twitter reside en el efecto de red vinculado a la existencia de una amplia base de usuarios. Una tarificación universal del servicio destruiría la base de usuarios», advirtió.
«En estos momentos la mejor solución es aumentar el valor de sus servicios de pago, mejorando su oferta publicitaria y pensando en nuevas fuentes de ingreso, como las transacciones, en lugar de hacer pagar a todo el mundo», añadió.
Musk asegura que actualmente X cuenta con «550 millones de usuarios mensuales». En mayo de 2022 Twitter indicó que tenía unos 230 millones de usuarios activos.