El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció la imposición de sanciones contra Francesca Albanese, relatora especial del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para los Territorios Palestinos.
La medida se produce en respuesta a las gestiones de Albanese ante la Corte Penal Internacional (CPI) para investigar y procesar a funcionarios estadounidenses e israelíes por presuntos crímenes de guerra.
“Hoy impongo sanciones contra Francesca Paola Albanese en virtud de la Orden Ejecutiva 14203 del presidente Trump, ‘Imposición de sanciones contra la Corte Penal Internacional’”, declaró Rubio. “Albanese ha mantenido contactos directos con la CPI para promover investigaciones, arrestos o procesos penales contra ciudadanos de Estados Unidos o de Israel, sin el consentimiento de ninguno de los dos países. Dado que ni Estados Unidos ni Israel son parte del Estatuto de Roma, esta acción representa una grave vulneración de la soberanía de ambas naciones”.
Rubio también cuestionó el historial de Albanese, al acusarla de una “actividad sesgada y maliciosa” que, según dijo, la ha vuelto “inepta para ejercer su cargo en la ONU”.
Rubio añadió: “Ha difundido antisemitismo sin tapujos, expresado apoyo al terrorismo y mostrado un abierto desprecio hacia Estados Unidos, Israel y Occidente. Ese sesgo se ha manifestado a lo largo de su carrera, incluso al recomendar que la CPI emita órdenes de arresto —sin base legítima— contra el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y el exministro de Defensa Yoav Gallant”.
El secretario de Estado sostuvo que Albanese ha intensificado su campaña recientemente, enviando cartas “amenazantes” a decenas de entidades alrededor del mundo, incluyendo a grandes empresas estadounidenses de los sectores financiero, tecnológico, energético, de defensa y hotelería. En dichas misivas, Albanese habría emitido acusaciones “extremas e infundadas” y solicitado a la CPI que investigue y procese a dichas compañías y a sus directivos.
“No vamos a tolerar estas campañas de guerra política y económica que ponen en peligro nuestros intereses nacionales y nuestra soberanía”, advirtió Rubio. “Estados Unidos seguirá tomando las medidas que considere necesarias para frenar este tipo de ofensiva legal (‘lawfare’), para limitar los excesos y abusos de poder de la CPI y para proteger nuestra soberanía y la de nuestros aliados”.
Desde Jerusalén, el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Gideon Sa’ar, celebró la decisión de Washington y afirmó que se trata de “un mensaje claro. ¡Ya es hora de que la ONU preste atención!”.