La mujer fue hallada dentro de un auto en el barrio privado El Tipal. Los investigadores ahora creen que pudo morir por asfixia y que su marido, quien supuestamente intentó quitarse la vida, trató de ocultar su cuerpo.
Nuevas hipótesis surgidas este sábado podrían complicar la situación de José Eduardo Figueroa, el principal sospechoso por el femicidio de su esposa, Mercedes Kvedaras, quien el viernes sufrió una “muerte violenta” en un barrio privado de la zona oeste de la ciudad de Salta.
Si bien en un primer momento trascendió que la mujer había recibido varias puñaladas, en la última jornada esa versión fue perdiendo fuerza al tiempo que surgía la presunción de que murió ahorcada y que también habría recibido golpes y heridas en la cabeza y otras partes del cuerpo.
Al menos así lo detalló este sábado El Tribuno en su sitio web, donde se informó, en paralelo, que el asesinato de la mujer, que tenía tres hijos, se habría producido en la vivienda que ambos poseían en el barrio El Timbal, luego de una discusión, y que después Figueroa la cargó en uno de sus vehículos con la aparente intención de esconder su cadáver.
De acuerdo a la misma fuente, la sangre que se encontró en el automóvil donde fue encontrada junto a su esposo pertenecía, precisamente, al principal sospechoso, quien se provocó heridas con el supuesto objetivo de quitarse la vida, aunque no descartan que se las haya realizado para entorpecer la investigación.
Figueroa pasó el sábado internado en el hospital San Bernardo de la capital salteña, donde fue trasladado con código rojo. Después de algunas intervenciones, su vida no corría peligro, indicó aquel medio salteño.
Figueroa ya le había confesado a un amigo que atravesaba una crisis matrimonial con Mercedes Kvedaras, pero hubo un mensaje esta mañana que encendió las alertas: «No puedo con esto».
Se espera los resultados de la autopsia sobre el cuerpo de Kvedaras aporten mayores precisiones sobre los causales y la fecha de su muerte. Interviene en el caso la fiscal penal de la Unidad de Femicidios, Mónica Poma. Fue ella quien solicitó la detención de Figueroa ante el Juzgado de Garantías en turno.
La despedida de sus amigas: “No nos vamos a cansar de clamar justicia”
Las redes sociales fueron el lugar elegido por amigas de la víctima para despedirla. Por caso, Candelaria Zamorano, una compañera de la universidad, anticipó que no dejará de “clamar justicia”.
“Mer querida!!! Mi amiga y fiel compañera… la que me apoyaba y me alentaba a seguir adelante a pesar de todas las dificultades. Mi facuamiga con la que hice los trabajos en grupo en estos últimos 2 años, cuanta falta me vas a hacer!!! Así te voy a recordar… feliz y en clases recordando todo lo que vivimos juntas en este último tiempo!!! Desde donde estes, asegurate que con tus amigas no nos vamos a cansar de clamar JUSTICIA!!!”, escribió la mujer en Facebook.
Luego publicó una foto donde se ve a la víctima sonriente. “Así con esa sonrisa te voy a recordar, Mer!!! Nunca voy a olvidar nuestro último gran logro juntas… aprobar Didáctica General!!! Gracias por todo y perdon por tan poco!!! Que brille para vos la luz que no tiene fin”, fue el emotivo mensaje que le dedicó.
ES