El juicio contra el exarquero de Huracán de Goya, Cristian Sebastián Dening, y su madre, Gabriela White, acusados de promover estafas piramidales y afectar a un centenar de personas, se presume por más de 100 mil dólares, continúa hoy en su segunda jornada. Se esperan los alegatos y la sentencia para el miércoles 29 a las 10.
Con la exposición de pruebas y de testigos, continuará hoy el juicio a Cristian Sebastián Dening (30) y su madre Gabriela Elizabeth Wihte (50). Enfrentan cargos por estafa en delito continuado. Dening, exarquero del Club Huracán de Goya, creó una empresa tradeking brindando asesoramiento de inversiones con promesas de duplicar capitales en plazos de 60 a 90 días.
Su madre, Gabriela Wihte, habría participado activamente: según la causa, la mujer recibía los aportes de los inversores, los gestionaba, realizaba reuniones de captación y facilitaba la operación.
Según fuentes judiciales, el esquema funcionó como un típico fraude piramidal o esquema Ponzi y en las operaciones, ofrecían altas rentabilidades, se pagaba a algunos inversores iniciales para generar confianza, se ofrecía comisión por cada nuevo cliente que ingresara y la operatoria se sostenía con dinero de nuevos aportes, sistema que colapsó y el acusado se fue de la ciudad.
En la primera jornada del juicio, se escuchó entre las declaraciones de los afectados, a un amigo de la infancia, de Dening, cuya familia había invertido la indemnización por la muerte de su hermano en un accidente, y lo perdieron todo en la operatoria.
También figuran entre los estafados, ex empleados de la tabacalera Massalín que habían cobrado su indemnización tras el cierre de la fábrica e invirtieron su dinero “Tradeking”, la financiaera de Dening.
Cristian era conocido en Goya porque atajaba en uno de los clubes más populares de la ciudad. En 2021 comenzó a promocionarse en redes sociales como “CEO y fundador de Tradeking, trader, master en comercio internacional, asesor de inversiones, educación, análisis técnico de acciones y activos”.
Hasta ese momento, además de custodiar el arco del centenario Club Huracán, Dening alternaba entre su tienda de ropa y la fábrica de alpargatas de su padre. Apenas convenció a los primeros “inversores”, el arquero devenido en inversor alquiló dos oficinas a media cuadra de la costanera de Goya y acudió a algunos conocidos para que lo ayudaran con el negocio.
Para ese entonces, en sus redes sociales, Dening se mostraba en playas de Brasil o manejando un lujoso Audi TT o su potente Honda Tornado. Además, compartió con sus seguidores la adquisición de una vivienda.
la Comisión Nacional de Valores confirmó que el inversionista goyano no estaba registrado en la entidad y que incluso figuraba en informes del Banco Nación como persona de “alto riesgo e insolvencia”.
La sentencia se prevé para el miércoles 29 a las 10, por el hecho podría caberle una pena por estafa simple en concurso continuado, que establece de 2 a 6 años de prisión o, si se considera un delito en concurso real y asociación ilícita, la pena podría ascender hasta 18 años de prisión.