Un padre de familia que había huido con sus tres hijos hacia una zona remota de Nueva Zelanda hace casi cuatro años murió baleado tras enfrentarse a agentes policiales.
Así fue el final de Tom Phillips, quien a finales de 2021 desapareció con sus hijos y desde entonces no había sido capturado, a pesar de que se había desplegado una intensa búsqueda para dar con su paradero en los bosques de la zona.
Su muerte marca el final de una historia que había conmovido al país y era considerada uno de los grandes misterios recientes de Nueva Zelanda.
Los chicos ahora tienen 9, 10 y 12 años.
Según el reporte policial, vecinos denunciaron un robo en un local comercial en el pequeño pueblo de Piopio, en el norte de Nueva Zelanda. Los uniformados se encontraron con Phillips manejando un cuatriciclo con su hijo como acompañante, y pusieron clavos en la ruta para detenerlos. Cuando quiso huir cayó a la banquina y disparó con un arma de fuego contra los oficiales, uno de los cuales resultó gravemente herido en la cabeza. La respuesta policial terminó con la muerte de Phillips.
El hijo de Phillips dio información para ubicar a sus hermanos, que se encontraban en un campamento ubicado en una zona aislada dentro del bosque.
“Extrañé mucho a mis hijos”, sostuvo Catherine, quien dijo sentir alivio por recuperarlos pero también triste “por todo lo que ocurrió ahora”.
Embed – Children of NZ fugitive Tom Phillips found after his death in police shootout | ABC NEWS
Tom Phillips y sus hijos vivían en Marokopa, un pueblo en la zona de Waikato cerca de la costa y con una densa vegetación, terreno pedregoso y una larga cadena de cuevas que se extiende por miles de kilómetros.
Sus conocidos lo describían como una persona con muchas habilidades para la caza y para sobrevivir en zonas alejadas y silvestres. Sus vecinos lo vieron construir refugios y aprovechar la naturaleza para conseguir alimento.
Phillips perdió legalmente la custodia de sus hijos y nunca se presentó ante la corte de apelación, que lo esperaba en 2022. Fue entonces cuando descubrieron que ya se había fugado con sus hijos al bosque.
Padre e hijos, fugitivos
Al parecer, los cuatro pudieron valerse por sí mismos durante un tiempo, pero desde 2023 habían robado distintas tiendas de tecnología y alimentos.
En octubre del año pasado, un grupo de cazadores los vio entre la vegetación, vestidos con ropa de camuflaje y cargando grandes mochilas. Dijeron que vieron a los cuatro “bien preparados para sobrevivir en el bosque”.
La psicóloga Sarah Chatwin dijo que los chicos “se acostumbraron a vivir apartados de la sociedad” y ahora deben enfrentar una situación “increíblemente traumática” con distintas aristas muy complicadas: “Porque estuvieron alejados de su familia, por haber tenido este vínculo con su padre, porque se acostumbraron a una manera de vivir, porque todo eso se terminó y porque además perdieron a su padre”.
“Les va a llevar mucho tiempo, cariño y paciencia para que lleguen a un lugar en el que estén tranquilos consigo mismos”, afirmó.