Para su familia, los elementos en juego distan mucho de confirmar la teoría inicial de suicidio: el cadáver presentaba lesiones compatibles con defensa, vestía ropa mojada y su celular fue secuestrado
Ocho meses pasaron desde que el cuerpo sin vida de Giovani Mvogo Eteme, el joven de 18 años que integraba el equipo de vóley de Central Córdoba, fue hallado en las inmediaciones del parque España. Hasta el día de hoy, persisten los interrogantes sobre las circunstancias de su muerte y las razones por las que su cuerpo apareció en ese lugar.
Para su familia, los elementos en juego distan mucho de confirmar la teoría inicial de suicidio: el cadáver presentaba lesiones compatibles con defensa, vestía ropa mojada, su celular fue secuestrado, y hay una declaración poco clara de un agente de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), quien dio aviso al 911 la madrugada del 30 de noviembre, pero que hasta ahora no figura formalmente vinculado a la causa.
Por este motivo, los allegados a Giovani mantendrán este viernes una reunión con el fiscal regional Matías Merlo, mientras que el jueves 7 de agosto, a las 9, se realizará la reconstrucción del caso.
En las primeras horas tras el hallazgo, se manejó la hipótesis de un suicidio. Sin embargo, cuando la fiscal de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación (MPA), Mariana Prunotto, tomó intervención, se decidió cambiar la carátula a «muerte dudosa», en respuesta al reclamo de la familia por las heridas detectadas en el cuerpo tras la autopsia. Desde entonces, ninguna posibilidad ha sido descartada.
Según fuentes del MPA, el agente federal que notificó a las autoridades no está formalmente implicado, pero sí colaboró con datos relevantes. La Fiscalía anticipó que pedirá una ampliación de su declaración y que la información brindada será incluida en la reconstrucción del hecho.
«No sé si existe muchas casualidades en este mundo, pero hasta ahora hay declaraciones y datos que no concuerdan. Tenemos una impotencia terrible porque nadie vio nada, no sabe nada y las cámaras tampoco grabaron nada. Tratamos de mantener la cautela y no acusar a nadie, pero nosotros tenemos muchas dudas», expresó Desiré Mvogo Eteme, padre de Giovani, haciendo referencia a los dichos del efectivo de la PSA, quien se encontraba en Rosario como parte del operativo Plan Bandera, aunque aún no ha sido identificado públicamente.
Desiré asegura que desde que recibió el cuerpo de su hijo en la morgue del Instituto Médico Legal (IML) le surgieron numerosas dudas sobre cómo se llevó adelante la investigación. «Al principio nos habían dicho que se trataba de un suicidio, pero las heridas que tenía el cuerpo no coinciden con esa hipótesis. Tenía heridas de defensa en la mano, las espalda raspada. De modo que si alguien se arroja al vacío no puede rebotar en el aire», afirmó.
En un principio se creyó que el aviso a la Policía fue anónimo, pero luego se supo que quien encontró el cuerpo y alertó al 911 fue el agente de la PSA. A partir de ahí, comenzaron las contradicciones que alimentan las sospechas de la familia. «Nos genera muchas dudas porque su relato no coincide. Mi hijo había comido un choripán en bulevar Seguí y avenida Francia y el policía estaba de servicio en Seguí y bulevar Avellaneda. De ahí dice que no se acuerda que había hecho ese día, que se despertó a las 3 de la madrugada (se hospedaba en San Martín entre Mendoza y San Juan), que compró cerveza y después fue al parque España y vio un cuerpo ensangrentado», relató el padre del joven.
Además, señaló otra irregularidad: el policía federal “dijo que había llamado a la comisaría segunda y que cortaron la llamada, y que después desde la seccional devolvieron la llamada y al no atender, enviaron a la brigada motorizada”. Así fue como los agentes provinciales intervinieron en la escena.