En el Destacamento Nº 9, con sede en el barrio Villa Podio, se recibió un llamado telefónico por parte de quien dijo ser hermana de Esteban Jesús T., de 17 años de edad, residente en la calle Gandhi al 2100, solicitando presencia policial en el lugar.
La exponente dijo que el citado tenía un arma de fuego, y minutos después fue ubicado en la esquina de Gandhi y P. Harris, donde ser lo interceptó a la vez que se contabilizó un chequeo palpáreo, que arrojó resultado negativo en cuanto a la presencia de un arma.
Seguidamente, en boca de la joven de 20 años convocante de los uniformados, se escuchó que había abierto el ropero que utiliza su hermano, y sobre una caja de cartón visualizó lo que describió como «una pistola, como la de la Policía».
Así las cosas, gritó «mamá, este pend… tiene un arma», y de inmediato llamó a la Policía.
AMENAZA DE MUERTE
En dicho escenario, el menor en cuestión manifestó «que tienen que tocar mis cosas, eso es mío. Si ustedes llaman a la Policía, los voy a matar a todos. Y si viene los milicos, no saben lo que les va a pasar».
Acto seguido, el jovencito empujó a la madre y escapó corriendo, hasta que fue abordado por los servidores de la ley.
SECUESTRO DE PROYECTILES
Por otra parte, en una requisa domiciliaria no pudo ser hallada el arma de mención, aunque en una mochila fueron halladas 28 municiones, tres de ellas calibre 45, ocho calibre 38 largo, similar cantidad calibre 38 corto (tienen gastado su culote no observándose descripción alguna), y 8 municiones calibre 22 largo.
En la continuidad de la actuación policíaca, cuando el causante de la misma iba a ser trasladado a una unidad de orden público, trató de huir y en ese contexto a golpes provocó daños en el capot de un patrullero.
Además, se dispuso la realización de requisas en viviendas aledañas a la del detenido, junto a un dermotest, junto al inicio de una causa penal por los delitos de amenazas, portación indebida de arma de fuego, daños y resistencia a la autoridad.
MINTIO SOBRE EL ARMA
Finalmente, luego de intentar provocarse autolesiones, señalando que por ellas iba a acusar al personal actuante, el malviviente (cuenta con antecedentes delictivos) dijo «yo digo donde está el arma, y usted habla con el Juzgado de Menores para que no me dejen preso», y agregó «está en el asiento trasero del auto de un vecino, en una frazada».
Y la labor de búsqueda arrojó resultado negativo.
En definitiva, el arrestado fue trasladado hasta la Alcaidía de la Unidad Regional V de Policía.