Especialistas del MIT, en Estados Unidos, realizaron una investigación para obtener conclusiones respecto del uso de la IA: esta fue la conclusión
30/06/2025 – 16:20hs
Desde la irrupción de herramientas de Inteligencia Artificial como ChatGPT hace casi tres años, el debate sobre su impacto en el aprendizaje y la capacidad de pensamiento crítico ha sido constante. ¿Son facilitadores para una educación personalizada o una puerta abierta a la deshonestidad académica? La preocupación central ha girado en torno a si el uso temprano de la IA podría llevar a un “atontamiento” generalizado o a una disminución en la capacidad de razonamiento.
Un reciente estudio realizado por científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos parece respaldar esta inquietud. La investigación, centrada en el uso de ChatGPT para la escritura de ensayos, sugiere que estas herramientas pueden generar una “deuda cognitiva” y una “probable disminución en las habilidades de aprendizaje”.
Consecuencias del uso de la inteligencia artificial para el cerebro
Durante un periodo de cuatro meses, el equipo del MIT trabajó con 54 adultos, a quienes se les pidió que escribieran una serie de tres ensayos utilizando diferentes recursos: algunos con la ayuda de IA (ChatGPT), otros con un motor de búsqueda, y un tercer grupo solo con su propia capacidad cerebral. Los investigadores midieron el compromiso cognitivo examinando la actividad eléctrica cerebral y mediante un análisis lingüístico de los ensayos producidos.
Los resultados preliminares fueron contundentes: el compromiso cognitivo de quienes utilizaron IA fue significativamente menor que el de los otros dos grupos. Además, este grupo tuvo más dificultades para recordar citas de sus propios ensayos y sintió un menor sentido de “propiedad” sobre el contenido creado.
El estudio incluyó un giro interesante en una cuarta sesión: los participantes cambiaron de rol. El grupo que inicialmente usó IA pasó a escribir sin ella, y viceversa. Los participantes que cambiaron de la IA a usar solo su cerebro mostraron un rendimiento inferior y un compromiso apenas mejor que el que tuvieron los del grupo “solo cerebro” en su primera sesión, muy por debajo del nivel que este último grupo alcanzó en su tercera sesión.
Los autores del estudio interpretaron esto como una “deuda cognitiva” acumulada por el uso prolongado de la IA, que limitaba su capacidad de rendimiento cuando finalmente debían usar sus propias habilidades cognitivas. No obstante, los investigadores advirtieron que estos hallazgos son preliminares y requieren más pruebas debido al tamaño de la muestra en la fase final.
Si bien los resultados del MIT plantean interrogantes, expertos en el campo sugieren que la interpretación de estos hallazgos debe ser cautelosa. Argumentan que la menor “participación cognitiva” del grupo que usó IA podría deberse, en parte, a un “efecto de familiarización”: el grupo que solo usó su cerebro mejoró su eficiencia a lo largo de las sesiones al familiarizarse con la tarea, mientras que el grupo de IA solo realizó la tarea sin ayuda una vez, sin la misma práctica.